La meta no existe, el camino y la meta son lo mismo.
No tenemos que correr hacia ninguna parte,
sólo saber dar cada paso plenamente.
No, no te resistas, ríndete a la vida.
Quien acepta lo que es
y se habilita para hacer lo que puede,
encarna las utopías
y lo imposible se pone a disposición.
No permitas que lo que haces, que las cosas materiales,
que tus ideales,
sean màs grandes que tu ser.
Disfruta de lo que tienes, recibe lo que venga,
Cuando esto lo descubras desde la vivencia,
el viento volverá a ser tu amigo,
el árbol se tornará en maestro
y el amanecer en ritual.
La noche se vestirá de colores,
y el espíritu de la tierra reposará otra vez tranquilo.
¡Me declaro vivo!
Chamalú.
Quechua
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