Liceo Impulso: "El foco es el aula, el lugar del cambio"
Desde el mes de marzo de 2013 el barrio Casavalle cuenta con un nuevo liceo que se ha propuesto que sus estudiantes sean bilingües (español, inglés) y que alcancen niveles de excelencia, tan altos como los de los mejores institutos y colegios de nuestro país. Se llama Liceo Impulso.
La institución fue creada y es gestionada por una fundación privada. Pero para los alumnos la educación es gratuita. La fórmula se inspira en el Liceo Jubilar, aunque con una definición laica y otras señas de identidad propias.
Sus creadores insisten en que allí “no hay excusas para no estudiar”. Los 100 adolescentes que integran la primera generación están repartidos en cuatro grupos y tienen clases de lunes a viernes en régimen de tiempo completo, de 8 a 18 horas, con desayuno, almuerzo y merienda; además, tienen clases los sábados de 8 a 13 horas. El sábado se realizó el acto de inauguración formal.
En diálogo con En Perspectiva el doctor Nicolás Herrera, presidente de la Fundación Impulso, y el profesor Fabrizio Patritti, flamante director del Liceo, comentaron detalles de esta histórica iniciativa, sus bases fundamentales y expectativas.
“El primer paso fue obtener una norma que estableciera la posibilidad de obtener los apoyos necesarios para poder hacer andar este sueño, eso se logró con el apoyo de los partidos políticos en 2010, en 2011 elegimos el director primero y luego el terreno y el 4 de marzo largarnos a poner en marcha este sueño. Casavalle es la zona más numerosa y con una deserción y dificultades de aprendizaje”.
En ese contexto “había que empezar por donde hay chicos con menos opciones de elegir su destino, habíamos estudiado que en tres años se podía eliminar la brecha de aprendizaje que traían”. Esta forma de trabajar “nos permite estar más cerca de los jóvenes, al trabajar como Fundación, sobre los objetivos que nos planteamos”, dijo el presidente de la Fundación Impulso, Nicolás Herrera.
El proyecto de este liceo “no es ir, caminar, por el costado del sistema educativo sino que es el camino elegido por donde nosotros como ciudadanos comunes podíamos transitar. Este era el grano de arena a aportar donde la necesidad es urgente. Ojalá sirva para que otros hagan experiencias similares”.
Interrogado sobre los objetivos a cumplir, el director del centro educativo, Fabrizio Patritti, señaló: “El punto es que los alumnos eliminen la brecha de aprendizaje en tres o cuatro años, si además los resultados agregan a la discusión sobre la educación creemos que eso sería la muestra del éxito de este modelo”.
“Queremos eliminar la brecha de aprendizaje con prisa pero sin pausa, nuestro modelo es de altas expectativas en los chicos, sus familias pero también en el quipo de trabajo. Para nosotros es importante, además, eliminar la brecha entre lo que decimos y hacemos. Nos vamos midiendo todos los días y semanas en nuestras tareas, es como un sueño que se va haciendo realidad”, agregó el director del Liceo Impulso.
La institución posee “un currículo propio que no se fragmenta en mañana y tarde como se hace tradicionalmente. El foco es el aula que es el lugar del cambio, todo debe pasar por lo que hacen los docentes, si manejamos clases tradicionales el modelo cae” por tanto “que sea exigente y de impacto académico pero muy exigente para nosotros mismos también, es la clave del asunto”, sentenció el director
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