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domingo, 10 de noviembre de 2013

JUEGOS NACIONALES DE LA JUVENTUD, epidemia que lastimó una fiesta


“En media hora había setenta chicos con fiebre, temblores y hasta convulsiones”

Cuchetas
En la jornada de la víspera debió suspenderse la realización de los Juegos Nacionales de la Juventud tras un brote epidémico provocado por una infección bacteriana que afectó a unos 150 participantes.
Cerca de 2.000 jóvenes (de entre 15 y 21 años) se alojaban en los pabellones de la “Villa Juvenil” procedentes de los 18 departamentos del país para competir en las finales de las 18 disciplinas integrantes de la grilla, pero en la noche del viernes y la madrugada del sábado vivieron una situación colectiva difícil de olvidar.
 La historia
La historia de lo sucedido fue increíble y “nos dio mucho miedo en un momento”, comentó el entrenador de atletismo y delegado de Colonia, Gabriel Díaz. El mismo llegó con varios de los representantes de aquel departamento el miércoles pasado a alojarse en el símil de “Villa Olímpica” que se dispuso por las autoridades en los pabellones de la Rural del Prado. “Durante los primeros días todo transcurrió sin problemas y comenzamos las competencias normalmente. Pero ayer de noche como a las ocho se comenzaron a dar complicaciones que nos llamaron la atención”.
Díaz cuenta que le avisaron que una de las representantes del fútbol sala de Colonia tenía mucha fiebre, temblores y por momentos parecía desvancerse. “Temblaba muchísimo y allí empezamos con los otros profesores de educación física que había en el pabellón a tratarla mientras esperábamos la llegada de un médico”. Pero lejos de mejorar la situación todo se volvió en un clima de “intranquilidad”. Eran como las ocho y media de la noche a esa altura. Minutos más tarde otro coloniense comenzó a replicar los síntomas y así empezaron a suscitarse los casos, uno tras otro, ahora sí de manera general y con deportistas de todos los departamentos”. Díaz cuenta que “fue como una reacción en cadena, en media hora estábamos ante una situación increíble con más de setenta chicos con fiebre, dolor de cabeza agudo, temblores y varios de ellos con convulsiones”. Explicó que allí los mayores presentes en los pabellones empezaron a organizarse para tratar a los chicos, “para esa altura llegaron dos ambulancias” y afirmó que cuando vieron que “la situación se les escapaba de las manos fueron a buscar más, incluso comenzaron a llegar médicos en autos particulares”. A esa altura el caos de la epidemia reinaba en las instalaciones y el miedo de los chicos allí presente era evidente; “tratamos entre todos los adultos de mantenernos calmados para que ellos no nos vieran nerviosos y evitar crear un clima de alarma. A esa altura varios de nosotros ya estábamos con síntomas y dolor fuerte de garganta y fiebre”.
 Convulsiones
El entrenador Gabriel Díaz comentó que una de las cosas que más preocupación generaron fue cuando a varios de los “gurises” les empezaron a venir convulsiones fuertes, “vi al menos tres que hicieron convulsiones y a ellos se los internó fuera del predio. Una de ellas hubo que agarrarla entre cinco para ayudarla porque temblaba muy fuerte y se hacía muy bravo pasarle suero. Esa misma chica tuvo tres veces convulsiones. Además hubo muchos desmayados y los nervios eran cuenta corriente en la noche”. Ya casi comenzando el nuevo día (sábado) “entre los mismos médicos tomaron la decisión de agarrar un pabellón de chicas que estaban bien y se utilizó como un minihospital de campaña”. Esto hizo que se aislaran a los jóvenes “enfermos” allí de los que se encontraban en perfecto estado. “Los médicos no nos decían nada”, sentenció Díaz quien explicó que mientras tanto “buscábamos tratarlos con lo que se podía para bajarles la fiebre, especialmente hielo”. Ya en plena madrugada comenzó a correr la versión de que a las 24 horas los síntomas comenzaban a disminuir, “lo que nos tranquilizó”.
 Barbijos
En las primeras horas del día de ayer el clima de tensión había descendido, aunque seguían suscitándose nuevos casos. “Todo el mundo estaba con barbijos, desde los que servían la comida, hasta los profesores, todos”, contó. Explicó que en un momento “pensamos que nos iban a dejar encerrados a modo de curentena porque los portones estaban herméticamente cerrados y vigilados, hasta que llegó la noticia de que se habían suspendido los Juegos”. A esa altura muchos padres enterados de la situación llegaron de todo el país en sus vehículos propios para llevarse a los jóvenes alojados y más tarde dieron la habilitación para los que estaban en condiciones o mejorando se pudieran retirar rumbo a sus departamentos. “Cuando nosotros partimos a Colonia”, comentó Díaz, “aún quedaba una treintena en ese hospital improvisado. Varios de nuestros deportistas ya se veían mucho mejor en el retorno, lo que nos dio mayor tranquilidad”.
 Psicosis
Gabriel Díaz nos contó que por momentos se vivieron escenas de mucho nerviosismo y los rumores estaban a la orden del día; “primero se decía que era la comida, después se descartó y se habló del agua, y por último del lugar (los pabellones) y que podría haber sido algún virus que hubiera quedado ya que allí se queda el ganado durante la Rural. Pero nadie tenía certeza de nada”. Esto llevó a que varios decidieran tomar algunas acciones por su cuenta al respecto “ya que no querían comer por todo lo que se había hablado. Igualmente se hicieron análisis de sangre, orina, hasta se estudió la comida buscando respuestas”. Según estimó Díaz y tras consultar a los médicos que actuaron en el lugar se especuló con que “fueron cerca de 150 chicos afectados”.
En su hogar, el entrenador dijo aún sentir un fuerte dolor de garganta y fiebre, pero que lo vivido en la madrugada del sábado no tiene comparación con nada de lo que haya vivido antes.
¿Qué son los Juegos de la Juventud?
Los Juegos Nacionales de la Juventud es una competencia a nivel de todo el país con clasificatorias regionales y que estaba disputando sus finales en Montevideo. En esta instancia albergó cerca de 2.000 jóvenes (100 deportistas por departamento y 200 de Montevideo) que competirán representando a cada uno de ellos en 19 disciplinas diferentes. Las mismas abarcaban entre otras: ajedrez, natación, atletismo, basquetbol, tenis, bochas, voleibol, canotaje, ciclismo, gimnasia, fútbol sala, handball, patín, remo, rugby. Los deportistas se alojaban en un símil a la Villa Olímpica que se adaptó en las instalaciones de la Rural del Prado. Según comentó Ernesto Irurueta, director nacional de Deportes, en la presentación de los mismos, estos Juegos: “Implican una inversión de una cifra aproximada a los 500 mil dólares” haciendo referencia exclusivamente a su cartera (salieron unos 800 mil en total), “lo que habla de la importancia de la apuesta realizada”. Los mismos se realizan cada dos años, algo que está estipulado por ley y esta será la segunda experiencia, los primeros fueron en el 2011.
El director de la Dinade explicó que “la actividad está pensada para jóvenes de 15 a 21 años; una franja etaria en la que empiezan a perder contacto con la educación física en el sistema educativo y estamos también en una zona de riesgo en cuanto a los servicios de que dispone el Estado para esa franja etaria. Es una edad de preocupación, pero además ideal para practicar deportes”.
Infección bacteriana
La ministra de Salud Pública, Susana Muñiz, informó que se trató de una infección bacteriana causada por el estreptococo betahemolítico y que debe ser tratado con antibiótico y que “fue un susto grande, fue algo absolutamente banal, si bien tuvo una rápida diseminación”.
“Es una bacteria muy frecuente que provoca llagas en la garganta y fiebre”, agregó.
Más temprano, el director nacional de Deportes, Ernesto Irurueta, confirmó el brote y que Bomberos fue el encargado de revisar las instalaciones de la Rural del Prado, donde se alojaban los participantes de entre 15 y 21 años, sin encontrar elementos contaminantes que pudieran desencadenarlo.
“Cerca de las 5.00 AM el brote se consideró controlado, pero de igual modo se decidió suspender”, señaló el subsecretario de Turismo y Deporte, Antonio Carámbula, en rueda de prensa.
“Momentos de nerviosismo con rápida respuesta”
El entrenador de voleibol, de Paso de los Toros que viajó a los Juegos representando a Tacuarembó, Gustavo Pereira, comentó por su parte que si bien se vivieron momentos de mucho nerviosismo “hubo una rápida respuesta de la organización para intentar tratar todos los casos existentes”. Pereira explicó que la situación explotó de un momento al otro “surgió un caso, luego otro y así empezó todo”. Explicó que por momentos todo se transformó en “raro, ya que los ‘gurises’ comenzaron a sentirse mal, otros a desvanecerse incluso algún vomito. Fue una situación complicada, más que había varios jóvenes que pocas veces habían estado en Montevideo”. Comentó además que se dio una “gran preocupación inicial de todos los adultos que allí estabamos. El deporte quedó de lado y pasó a ser un tema sanitario que había que afrontar. Por suerte y lo recalcó se actuó rápido y a tiempo, con un sistema organizado de trabajo”.
Por último Pereira argumentó que lo que se palpaba en el ámbiente hasta el momento de la partidda era “un nerviosismo de todo, pero también como una especie de frustración de no saber porque tuvo que pasar esto. Es una injusticia porque era una gran fiesta del deporte”.
“ A una de las chicas debimos agarrarla entre cinco porque temblaba muy fuerte y no podíamos pasarle suero”
 “Hubo muchos desmayados y los nervios eran cuenta corriente en la noche”
 “Los médicos no nos decían nada, mientras buscábamos tratarlos con lo que se podía para bajarles la fiebre, especialmente hielo”
de la Republica

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