La médica Florencia Borrel, es una médica argentina y experta en el método PronoKal, una forma personalizada de pérdida de peso y mantenimiento, basado en una dieta proteinada, y plantea que una de las claves en la pérdida de peso es adquirir hábitos alimentarios saludables e instaurarlos de forma permanente en nuestro estilo de vida con el fin de ayudarnos a mantener nuestro peso adecuado.
1 – Comer cada 3 horas: Las personas que comen cada 3 horas tienen menos posibilidades de pasar hambre y de cometer excesos en las comidas. De esta manera también evitamos el picoteo entre horas. Llegar a las comidas con hambre hace que la voluntad y el control flaqueen. Hay que buscar el tiempo para hacer esta pausa; de otra manera, no se controlará el hambre a lo largo del día.
2- Tomar 2 litro de agua por día: Hay veces que uno cree que tiene hambre pero en realidad lo que tiene es sed. El agua nos da más saciedad, ayuda a calmar la ansiedad y juega un papel muy importante para el buen funcionamiento del organismo y la regulación del tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
3- Consumir verduras y frutas todos los días: Incorporar verduras crudas y cocidas en almuerzo y cena para aportar vitaminas, minerales y facilitar el tránsito intestinal. La recomendación son 2 porciones de verduras y 3 de frutas por día (enteras, no en forma de jugo).
4- Desayunar en la primera hora de levantado: El desayuno ayuda a controlar el hambre a lo largo del día. Además, estudios demostraron que las personas que no desayunan tienen tendencia a pesar más de las que sí han adquirido este hábito. Es la única manera de no acumular hambre por la noche y romper con el ciclo de comidas copiosas en la cena que hacen que aumentemos de peso.
5- Moderar el consumo de sal: Utilizar condimentos nos permite cambiar o potenciar los sabores de los alimentos, hacerlos más agradables y disminuir el consumo de sal de mesa.
La sal favorece la retención de líquidos y consumirla en exceso provoca problemas de salud. No es cuestión de eliminarla, solo de moderar/ controlar el consumo.
6- Incorporar proteínas en las comidas y elegir las que contengan menos grasa: Las proteínas nos dan mucha saciedad pero no todos los alimentos ricos en proteínas son iguales, algunos tienen más grasa que otros. Es preferible el consumo de pescados blancos, pollo sin piel y retirar siempre la grasa visible a la carne roja. El control de la cantidad y calidad de la grasa del alimento es importante, tanto para la pérdida de peso como para la salud.
7- Cortar la comida en trozos pequeños y masticar bien los alimentos antes del siguiente bocado: Podés dejar los cubiertos en el plato entre cada bocado para que no te apures. Esto te ayudará a comer más lento, lo que permite a tu estómago llenarse sin comer en exceso. Ser consiente del acto de comer y no hacerlo automáticamente
8- Usar platos pequeños y no repetir: Hay estudios que comprobaron que usar platos más chicos hace que comamos menos cantidad.
9- Preferir las legumbres, los cereales y granos completos o integrales frente a los cereales refinados o papa: Contienen más cantidad de fibra y por lo tanto nos dan mayor saciedad. También evitan el estreñimiento. La fibra también te ayuda a enlentecer la absorción de azúcar y así evitar los picos de glucosa en sangre.
10- Reducir los alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans: A pesar de que las grasas son muy calóricas (función energética), algunas de ellas, son imprescindibles para algunas funciones corporales en células, tejidos y glándulas.
La correcta elección del tipo de grasa es muy importante para la salud. Tipos: Saludables como la mayoría de aceites vegetales (aceite de oliva virgen extra) y las grasas de los pescados azules. Menos saludables como las grasas de las carnes, lácteos enteros, manteca, margarinas y algunos aceites como el de coco y palma. Las grasas trans o hidrogenadas de los productos elaborados como galletitas, magdalenas, etc. tampoco son recomendables.
De diario El Pais
1 – Comer cada 3 horas: Las personas que comen cada 3 horas tienen menos posibilidades de pasar hambre y de cometer excesos en las comidas. De esta manera también evitamos el picoteo entre horas. Llegar a las comidas con hambre hace que la voluntad y el control flaqueen. Hay que buscar el tiempo para hacer esta pausa; de otra manera, no se controlará el hambre a lo largo del día.
2- Tomar 2 litro de agua por día: Hay veces que uno cree que tiene hambre pero en realidad lo que tiene es sed. El agua nos da más saciedad, ayuda a calmar la ansiedad y juega un papel muy importante para el buen funcionamiento del organismo y la regulación del tránsito intestinal, evitando el estreñimiento.
3- Consumir verduras y frutas todos los días: Incorporar verduras crudas y cocidas en almuerzo y cena para aportar vitaminas, minerales y facilitar el tránsito intestinal. La recomendación son 2 porciones de verduras y 3 de frutas por día (enteras, no en forma de jugo).
4- Desayunar en la primera hora de levantado: El desayuno ayuda a controlar el hambre a lo largo del día. Además, estudios demostraron que las personas que no desayunan tienen tendencia a pesar más de las que sí han adquirido este hábito. Es la única manera de no acumular hambre por la noche y romper con el ciclo de comidas copiosas en la cena que hacen que aumentemos de peso.
5- Moderar el consumo de sal: Utilizar condimentos nos permite cambiar o potenciar los sabores de los alimentos, hacerlos más agradables y disminuir el consumo de sal de mesa.
La sal favorece la retención de líquidos y consumirla en exceso provoca problemas de salud. No es cuestión de eliminarla, solo de moderar/ controlar el consumo.
6- Incorporar proteínas en las comidas y elegir las que contengan menos grasa: Las proteínas nos dan mucha saciedad pero no todos los alimentos ricos en proteínas son iguales, algunos tienen más grasa que otros. Es preferible el consumo de pescados blancos, pollo sin piel y retirar siempre la grasa visible a la carne roja. El control de la cantidad y calidad de la grasa del alimento es importante, tanto para la pérdida de peso como para la salud.
7- Cortar la comida en trozos pequeños y masticar bien los alimentos antes del siguiente bocado: Podés dejar los cubiertos en el plato entre cada bocado para que no te apures. Esto te ayudará a comer más lento, lo que permite a tu estómago llenarse sin comer en exceso. Ser consiente del acto de comer y no hacerlo automáticamente
8- Usar platos pequeños y no repetir: Hay estudios que comprobaron que usar platos más chicos hace que comamos menos cantidad.
9- Preferir las legumbres, los cereales y granos completos o integrales frente a los cereales refinados o papa: Contienen más cantidad de fibra y por lo tanto nos dan mayor saciedad. También evitan el estreñimiento. La fibra también te ayuda a enlentecer la absorción de azúcar y así evitar los picos de glucosa en sangre.
10- Reducir los alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans: A pesar de que las grasas son muy calóricas (función energética), algunas de ellas, son imprescindibles para algunas funciones corporales en células, tejidos y glándulas.
La correcta elección del tipo de grasa es muy importante para la salud. Tipos: Saludables como la mayoría de aceites vegetales (aceite de oliva virgen extra) y las grasas de los pescados azules. Menos saludables como las grasas de las carnes, lácteos enteros, manteca, margarinas y algunos aceites como el de coco y palma. Las grasas trans o hidrogenadas de los productos elaborados como galletitas, magdalenas, etc. tampoco son recomendables.
De diario El Pais
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