En 2002 Laura Bazallo se largó a correr por los canteros de avenida Centenario para combatir su ansiedad y sus ataques de asma; ahora es la mejor corredora 10k y sueña con el maratón de Río 2016
"Soy asmática, como mis padres, y crecí en una carpintería”. Con una cálida sonrisa que anuncia su fluidez de palabra, Laura Bazallo tira sobre la mesa su carta de presentación.
La charla se desarrolla sobre un obstáculo de una carrera de 3.000 metros, ubicado en el centro de la pista de atletismo del Parque Batlle.
Laura para el calentamiento y tose: “Después de la Reebok (la 10k callejera que ganó por tercer año consecutivo) me agarré una gripe fuerte. Sufro mucho el frío y enseguida me dan broncoespasmos y ataques de asma”, explica.
La enfermedad respiratoria la persigue desde siempre. Pero a Laura le sobra coraje para combatirla. Y así fue como un buen día de 2002 se largó a correr.
“Soy muy inquieta”, dice y la confesión vuelve a filtrarse en sus palabras. “Un día estaba estudiando para los exámenes del liceo y como veía gente que corría por el cantero de Avenida Centenario, salí a trotar”.
Ese mismo año corrió la primera Nike 10k que se disputó en Uruguay. “El entorno, con la gente alentando y gritando, me gustó e incentivó mucho”, recuerda.
Tanto que se metió en la cabeza la idea de una victoria: “La próxima vez quiero ganar una medalla”, se propuso.
Los corredores de los canteros la llevaron en 2003 a la Agrupación de Atletas del Uruguay (AAU).
“La primera carrera que hice la gané y ese año salí campeona juvenil”, agrega.
“Después salí campeona casi todos los años en mayores”.
En 2006 pisó por primera vez la Pista Oficial del Parque Batlle y Juan Carlos Hackenbruch se convirtió en su entrenador hasta que en 2005 pasó bajo las órdenes de Gabriel Umpiérrez.
Desde entonces su nombre comenzó a poblar los podios de las principales carreras callejeras.
Ganadora tres años consecutivos de la Reebok 10k y principal protagonista de los campeonatos por etapas del circuito callejero, Bazallo tuvo un 2012 soñado.
“Mejoré dos veces el récord nacional de media maratón (21k) y corrí mi primera maratón (42,195k)”, expresa feliz.
En mayo de este año viajó con apoyo de la Fundación Deporte Uruguay a Rosario y registró 1.21.57 mejorando en la media maratón el récord nacional que tenía ella misma vigente desde 2008 con 1.22.35.
En setiembre fue ella quien se costeó un viaje a Buenos Aires para volver a superarse en la misma prueba: 1.20.20.
También utilizó el apoyo para debutar en una 42k. “Lo hice por el placer de experimentar y llegué enterita. Puse dos horas, 59 minutos”, cuenta.
Según mi entrenador con mi marca de media puedo aspirar a correr la maratón en 2.46 o 2.50.
Para los Juegos Olímpicos de Londres la marca B fue de 2.43.
Y Bazallo se anima a soñar: “Hacer marca para los Juegos de Rio 2016 es un súper sueño”.
Después de largarse a correr sola, Bazallo –un ejemplo de autosuperación– suspira por primera vez en la entrevista. Sin una huella de asma.
La charla se desarrolla sobre un obstáculo de una carrera de 3.000 metros, ubicado en el centro de la pista de atletismo del Parque Batlle.
Laura para el calentamiento y tose: “Después de la Reebok (la 10k callejera que ganó por tercer año consecutivo) me agarré una gripe fuerte. Sufro mucho el frío y enseguida me dan broncoespasmos y ataques de asma”, explica.
La enfermedad respiratoria la persigue desde siempre. Pero a Laura le sobra coraje para combatirla. Y así fue como un buen día de 2002 se largó a correr.
“Soy muy inquieta”, dice y la confesión vuelve a filtrarse en sus palabras. “Un día estaba estudiando para los exámenes del liceo y como veía gente que corría por el cantero de Avenida Centenario, salí a trotar”.
Ese mismo año corrió la primera Nike 10k que se disputó en Uruguay. “El entorno, con la gente alentando y gritando, me gustó e incentivó mucho”, recuerda.
Tanto que se metió en la cabeza la idea de una victoria: “La próxima vez quiero ganar una medalla”, se propuso.
Los corredores de los canteros la llevaron en 2003 a la Agrupación de Atletas del Uruguay (AAU).
“La primera carrera que hice la gané y ese año salí campeona juvenil”, agrega.
“Después salí campeona casi todos los años en mayores”.
En 2006 pisó por primera vez la Pista Oficial del Parque Batlle y Juan Carlos Hackenbruch se convirtió en su entrenador hasta que en 2005 pasó bajo las órdenes de Gabriel Umpiérrez.
Desde entonces su nombre comenzó a poblar los podios de las principales carreras callejeras.
Ganadora tres años consecutivos de la Reebok 10k y principal protagonista de los campeonatos por etapas del circuito callejero, Bazallo tuvo un 2012 soñado.
“Mejoré dos veces el récord nacional de media maratón (21k) y corrí mi primera maratón (42,195k)”, expresa feliz.
En mayo de este año viajó con apoyo de la Fundación Deporte Uruguay a Rosario y registró 1.21.57 mejorando en la media maratón el récord nacional que tenía ella misma vigente desde 2008 con 1.22.35.
En setiembre fue ella quien se costeó un viaje a Buenos Aires para volver a superarse en la misma prueba: 1.20.20.
También utilizó el apoyo para debutar en una 42k. “Lo hice por el placer de experimentar y llegué enterita. Puse dos horas, 59 minutos”, cuenta.
Según mi entrenador con mi marca de media puedo aspirar a correr la maratón en 2.46 o 2.50.
Para los Juegos Olímpicos de Londres la marca B fue de 2.43.
Y Bazallo se anima a soñar: “Hacer marca para los Juegos de Rio 2016 es un súper sueño”.
Después de largarse a correr sola, Bazallo –un ejemplo de autosuperación– suspira por primera vez en la entrevista. Sin una huella de asma.
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