La piscina de 50
metros del
Campus de Maldonado tiene potencial para ser la mejor de Uruguay, y la única
capaz de albergar torneo internacionales, pero se encuentra en mal estado.
Detener su actividad para reformarla por completo es inviable, pero hay
proyectos municipales para que la situación mejore. En Uruguay solo
hay dos piscinas de 50 metros de largo: la del Club Neptuno en Montevideo y la del Campus de Maldonado.
La del Neptuno está muy deteriorada y prácticamente sin uso, por lo cual la
única esperanza de tener una pileta olímpica en condiciones de recibir torneos
internacionales, es la de Maldonado.
Para organizar sudamericanos, mundiales o competiciones de índole
internacional, además de que la piscina central debe ser de 50
metros, tiene que haber paneles electrónicos para medir
los tiempos y una piscina de calentamiento de 25
metros. El proyecto para la construcción de dicha pileta
en el Campus ya está encaminado.
El Ministerio de Turismo y Deporte firmó a fines de 2010 un convenio con
la Intendencia de Maldonado para la financiación de esa obra, según confirmó el
Arq. Daniel Daners, director de Infraestructura y Administración General de la
Dirección Nacional de Deporte.
Ese convenio, señaló Daners, no incluía un plazo estipulado para la
concreción de la obra. El director de Deportes de la Intendencia de Maldonado,
Gerardo Viñales, reconoció que hasta el momento la obra no se ha realizado.
“Ese dinero sigue estando y está destinado solamente a cuando se haga la
licitación de esa piscina”, aseguró.
Viñales manifestó que desde el comienzo de su administración está
pendiente realizar esa licitación, pero explicó: “Una de las prioridades
nuestras era la piscina de Cerro Pelado” (en ese barrio fernandino ya se
construyó un gimnasio y la semana pasada se aprobó la licitación para la pileta
nueva).
Además de construir el espacio de calentamiento, la piscina mayor de 50
metros también
debería ser reformada para que tenga nivel internacional. Gerardo Viñales
expresó que “hay que hacer una inversión muy grande para mantenerla a flote. Se
va reformando a medida que no dañemos tanto el servicio al usuario”.
Según Viñales, se estableció un plan de obras con el fin de hacer
reparaciones verano a verano, que es la estación más adecuada para cerrar la
piscina, porque disminuye la asistencia.
La otra solución podría ser detener completamente la actividad para hacer
una reforma total y dejar la piscina en perfectas condiciones. Viñales comentó
que contrataron un ingeniero para comprobar esa posibilidad, “y el resultado
fue que había que cerrarla casi un año y el costo andaría alrededor del millón
de dólares”. “Cualquiera de las dos cosas son muy difíciles”, concluyó.
Algunas de las reparaciones que requiere el escenario deportivo son la
instalación eléctrica, la ventilación de humedad, pérdida de agua, arreglar
todos los paneles electrónicos y ciertas mejoras estructurales. El mes pasado
hubo un pequeño derrumbe en uno de los accesos a la piscina, motivo por el cual
se clausuró ese pasaje. Tras ese problema, Viñales contó que un equipo de
Bomberos inspeccionó el edificio y determinó que, en cuanto a posibles futuros
derrumbes, “no hay riesgo de ningún tipo”.
Calderas
solucionadas
El tema de las calderas le dio durante un largo tiempo dolores de cabeza
a la piscina del Campus. Sin embargo, este año se detuvo la actividad
especialmente para tratar esa situación, que según Viñales ya está arreglada
“casi en un 100%”.
El director de Deportes recalcó que es una piscina que ya tiene 33 años,
pero que la han ido cambiando y “ahora está funcionando a pleno”.
Intenso
movimiento
Durante el año el flujo de nadadores que pasa por el Campus es
importante. Es por eso que se pretende “descongestionar la piscina grande”, y
que muchos jóvenes pasen a la futura piscina de 25
metros que
se hará detrás de la de 50.
Que Uruguay esté habilitado para organizar campeonatos internacionales no
puede ser, dijo Viñales, el principal motivo para la construcción de la otra
piscina. “Es demasiado caro para que ese sea el único objetivo”, opinó.
Otros
proyectos municipales
La construcción de la piscina de calentamiento en el Campus se demoró
porque la Intendencia priorizó, entre otras cosas, el desarrollo de otras zonas
del departamento. Tal es el caso de Cerro Peludo, un barrio periférico de la
capital fernandina en el cual se inauguró un gimnasio desde cero, y para el
cual se aprobó la licitación para una pileta nueva. También se harán obras en
Piriápolis y se seguirá con las piscinas ya instaladas de San Carlos y Pan de
Azúcar.
La
posición de la FUN
“La idea surgió desde el año 2004.
A Uruguay
le dijeron que si no tenía un complejo donde hubiera dos piletas no podía
organizar un Sudamericano. Ahí se empezó a hablar de una segunda piscina en
Maldonado, porque si no había que hacer dos en Montevideo”, contó Ricardo
Levrero, dirigente de la Federación Uruguaya de Natación (FUN).
De todos modos, comentó que “la FUN no tiene injerencia ni presupuesto”
para este tema, a pesar de que desarrolla los campeonatos oficiales en
Maldonado y usa la piscina.
De
olímpico a guardavidas
Carlos Scanavino fue dos veces nadador olímpico, en Los Ángeles 1984 y
Seúl 1988. Además, fue medallista panamericano y sudamericano, y su hija,
Antonella, también llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Actualmente está trabajando en el Campus de Maldonado, pero no
transmitiendo su conocimiento y experiencia. “Yo estoy trabajando ahora como
guardavidas, porque me pagan más por estar de guardavidas que por ser
entrenador. Estoy ahí siete horas sentado”, contó, como no pudiéndolo creer.
“No me dieron ninguna opción a nada, entonces me quedé en el escalafón de
guardavidas”, agregó.
En cuanto a los problemas que tiene la piscina, Scanavino detalló que de
los 16 paneles electrónicos que hay, ocho no funcionan, por lo que solo se
pueden utilizar los que marcan la llegada y no los que marcan los parciales.
Incluso, los ocho que están en funcionamiento a veces fallan en las
competencias nacionales.
También confirmó que no funciona la extracción de humedad ni la
ventilación. “Eso es por falta de mantenimiento. Son cosas que se tienen que
mantener bien cuidadas, limpias. Tener un lugar seco y cuidar son cosas
delicadas, si no les ponés mantenimiento se puede llegar a romper todo”, señaló.
El ex nadador olímpico recordó que “la piscina viene teniendo problemas
hace un tiempo atrás”. “Este año estuvo cerrada un tiempito antes de comenzar
la temporada porque arreglaron el sistema de calderas”, contó. “Desde el año 76
se viene haciendo mantenimiento cuando se puede, según el gobierno que esté de
turno. Entonces tiene sus nanas, como todo”, concluyó.
Scanavino reconoce la dificultad que implica reformar la piscina, pero no
oculta su lamento. “Es una pena que en Uruguay, que estamos avanzando de a
poquito en los deportes amateurs, no haya una pileta olímpica”, opinó. “Es
lamentable. Es lamentable porque toda mi vida viví de la natación y ver cómo
así se va muriendo de a poco, me duele”, sentenció.
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