La lista 1 de ADES Montevideo, la más cercana al gobierno, está juntando firmas para cambiar los estatutos y así frenar los paros resueltos por los sectores radicales en asambleas minúsculas. Necesitan 300 firmas y ya juntaron unas 150.
La lista más cercana al gobierno en ADES Montevideo se lanzó a una campaña de recolección de firmas para llamar a una asamblea que modifique el estatuto del sindicato. Juan de Marsilio, dirigente de esa agrupación, confirmó a El País que necesitan llegar al 10% de padrón social para llamar a una asamblea que cambie las reglas de juego.
Cansados que los radicales los derroten en todas las asambleas con algunas decenas de votos, los oficialistas ahora quieren cambiar las mayorías necesarias para decretar paros y movilizaciones.
Las modificaciones propuestas incluyen que "para tomar medidas de lucha se asuman por mayoría absoluta y no simple como hasta ahora" y que para los paros de determinada extensión la asamblea tenga "por lo menos el 10% de los afiliados al momento de la votación", dijo de Marsilio.Además, pretenden que la directiva pueda ser destituida parcialmente. En la actualidad para sancionar a un dirigente que integra la dirección se debe sancionar a toda la comisión.
Entre otros cambios pretenden fijar en el estatuto que ADES Montevideo que son una filial de la Federación Nacional de Profesores (Fenapes) y con ella integra el Pit-Cnt. Además, dejarán constancia que las medidas sindicales pueden incluir o no paralizaciones de tareas.
REPRESIÓN. El caso que provocó que se concretara la recolección de firmas fue el paro y escrache del martes pasado. Ese día el sociólogo Gustavo Leal, asesor del Ministro del Interior Eduardo Bonomi, denunció el martes pasado que una asamblea de 40 afiliados del sindicato de profesores de Secundaria de Montevideo (ADES) definió el paro de 24 horas de ese día.
De los 40 asambleístas 19 aprobaron la medida, 15 votaron en contra y el resto de abstuvieron, según Leal. ADES Montevideo tiene unos 3.000 afiliados, es el sindicato docente más grande de Secundaria.
La paralización definida por ADES incluia una movilización contra el ministro Bonomi (que se definió como un escrache) a quien lo definieron como "represor" e "inmoral". Reclamaban quitar la guardia policial de los liceos y sumar funcionarios para portería y adscripción.
Desde ADES nadie respondió a Leal, los dirigentes apenas consignaron que no estaban dispuestos a dar publicidad al número de militantes que aprueban la medida que estaban aplicando.
El martes Bonomi y otros tres ministros resolvieron no presentarse al liceo 24 para premiar a un grupo de estudiantes que habían ganado un concurso sobre la convivencia. El secretario de Estado amenazó con retirar las guardia policial en los liceos en los próximos 10 días si no encontraba apoyo de Secundaria, los padres de los alumnos y los docentes.
El Consejo de Secundaria (CES) remitió una carta en la que apoyó la presencia de efectivos en los liceos y pidió al Ministerio del Interior seguir trabajando en la misma línea.
El día antes del paro el presidente de Fenapes, Manuel Oroño, envió una carta a Bonomi en la que se desmarcaba de la paralización de sus pares de Montevideo.
Oroño, comunista y miembro de la filial Canelones, fue el primero de los dirigentes sindicales en marcar diferencias con el paro.
ASAMBLEAS. Entre tanto, este martes ADES Montevideo realizará una asamblea para analizar un sistema de asignación de horas docentes que remitirá el CES. Allí los oficialistas llevarán las cuadernetas para buscar las firmas que habiliten otra asamblea para cambiar los estatutos.
El año pasado una agrupación de docentes frenteamplistas, mediante una campaña interna, frenó una asamblea de ADES que pretendía lanzar al sindicato a la huelga general. En aquel momento participaron 594 afiliados a diferencia de los entre 40 y 80 que se presentan a las asambleas habituales.
Viejos conocidos
La composición política de ADES se nutre de distintos orígenes. Hay varios exdirigentes estudiantiles que ocuparon liceos en la década de 1990. También hay dirigentes que recitan de memoria los números de identificación que tenían algunos gobernantes cuando compartían celda en el Penal de Libertad.
Fuente El Pais
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