Todo estaba estipulado para que, en la ceremonia inaugural de los Juegos Panamericanos, la abanderada de la delegación uruguaya fuera Déborah Rodríguez. Sin embargo, la que abrió la fila y portó la bandera en el desfile no fue Déborah, sino que fue la velerista Dolores Moreira.
¿Qué ocurrió? Déborah Rodríguez, junto a Andrés Silva y el entrenador Andrés Barrios, salieron de Montevideo el día jueves en un vuelo de la compañía LAN. Previas escalas en Santiago y Nueva York, el viaje tenía como destino final Toronto. Todo estaba planeado para que los atletas estuvieran instalados el viernes en Toronto y llegaran sin inconvenientes a la ceremonia, prevista para las 20:00 hora local.
Pero el plan falló. Por problemas de la aerolínea, la escala en Santiago duró más de lo pactado y los pasajeros quedaron varados 16 horas en el aeropuerto de la capital chilena. Tanto atraso hizo que Déborah y Andrés Silva recién llegaran a Toronto hoy por la mañana. Conclusión: no pudieron desfilar en la ceremonia inaugural, perdieron un día de entrenamiento y para colmo Déborah no pudo ser la abanderada. “Me siento muy triste por esta situación y pido disculpas a todos los uruguayos”, expresó la atleta en su cuenta personal de Facebook.
Con poco tiempo para decidir, la Jefatura de Misión comandada por Gustavo Coll tuvo que nombrar una nueva abanderada y eligió como reemplazante a la sanducera Dolores Moreira, de tan solo 16 años, quien compite en vela en la modalidad Láser Radial.
“Lola”, como se la conoce, ya había sido la abanderada de Uruguay en los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizaron el año pasado en Nanjing, China. En su haber tiene múltiples campeonatos sudamericanos a nivel juvenil y es una de las mayores promesas del deporte uruguayo.
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