El problema no es lo que te pasa, sino como reaccionas tu frente a lo que te pasa.
No importa lo mucho o poco que hagas, sino "como" lo hagas.
No uses el presente para ninguna fin solo vívelo pues es lo único que existe.

domingo, 28 de febrero de 2016

Eckhart Tolle - El Verdadero Valor

martes, 23 de febrero de 2016

Resultados Ya, ojo al piojo.

Esta muy bueno y es tremendamente compartible
Muchas veces me pasa no solo con el peso, sino con el entrenamiento y el resultado deportivo. alugunos de mis alumnos que quieren tiempos ya, RESULTADOS YA y se olvidan de la estrategia, y se olvidan del peligro de un entrenamiento tactico para mañana

POR FEDERICO BAROLÍN:
SER ESTRATÉGICA AYUDA A ADELGAZAR DEFINITIVAMENTE

Por Federico Barolín

A nivel de pensamientos, podemos decir que hay dos tipos, el pensamiento táctico, y el estratégico. El primero es aquel en el que pensamos más a corto plazo, tomamos decisiones sin pensar cómo pueden afectar en el futuro; en cuanto al pensamiento estratégico, es aquel que siempre responde a una estrategia y a un objetivo previamente planteado.

Si lo aplicamos al adelgazamiento, el pensamiento táctico es hacer cualquier cosa para adelgazar mañana, sin importar lo que pase después, por ejemplo hacer una dieta estricta para adelgazar lo más rápido posible.

El pensamiento estratégico es aquel en el que me planteo un objetivo claro de adelgazamiento, con un tiempo establecido de logro y en donde diseño el camino para llegar, pero principalmente tengo en cuenta lo que va a pasar después que logre un buen peso.

La realidad muestra que las personas que aplican lo táctico, son aquellas que hacen una dieta tras otra, que bajan rápido y lo suben rápido, que pasan mucho tiempo, en algunos casos son años, haciendo tratamientos sin lograr mantener un buen peso.

Las personas que elaboran una estrategia, son aquellas que bajan de peso de manera más efectiva.

¿Por qué nos cuesta ser más estratégicos?

Al hacer esta pregunta, estoy dando por hecho que la mayoría de las personas son tácticas, que la mayoría de las personas quieren bajar de peso rápido sin importar lo que pase después. Esto se debe a la naturaleza de corto plazo que tenemos los seres humanos, que queremos todo “YA”.

Pero esta naturaleza de corto plazo, muchas veces nos deja ciegos, porque nos da satisfacción rápida, pero una frustración crónica, no nos permite ver todo el camino, solo un poco. Te voy a contar un ejemplo de esta “ceguera”:

Una vez vino un paciente a mi consultorio y me dice “Fede, yo siempre que me pongo las pilas, bajo en 6 meses unos 10 kilos, pero ni bien los bajo, vuelvo a subir esos 10 kilos en los próximos 6 meses”
Mi respuesta fue “Ok, te propongo lo siguiente, elaboremos una estrategia para que bajes 10 kilos en 1 año”, y el me dijo:
“En 1 año? No no, eso es mucho tiempo para bajar 10 kgs, yo quiero hacerlo antes”.

Su ceguera no le dejaba ver que él siempre lo que hacía en 1 año era mantener su sobrepeso, yo le estaba proponiendo algo mucho mejor, bajar de peso, bajar sus 10 kilos.

Es importante eliminar esa venda de los ojos y esto se hace pensando más estratégicamente, más a largo plazo, pensado no solo cómo te queres ver mañana, sino para el resto de tu vida.

Si alguien te propone bajar 2 kilos por mes, no pongas la atención en que 2 kilos son poco, sino pone la atención en que en 1 año son 24 kilos menos, es simplemente proyectar, dejar el corto plazo de lado y actuar, paso a paso.

Una vez que tienes un objetivo (sin objetivo no se puede ser estratégico), la manera estratégica de pensar es “esto que voy a hacer, me ayuda a lograr mi objetivo o no? Si te ayuda, lo haces y si no te ayuda no lo haces.

Un claro ejemplo es la prohibición de ciertos alimentos, a corto plazo te ayudará a adelgazar rápido, a mediano y largo plazo será contraproducente, porque lo prohibido engendra deseo y mientras mas te lo prohibas, más vas a querer comerlo, hasta que no aguantas más y comas más de lo debido.

Se más estratégica, piensa en lo que quieres para toda tu vida, no en lo que quieres para mañana. Hay diferentes maneras de adelgazar, la más eficaz, es hacerlo paso a paso, con una estrategia establecida.

lunes, 22 de febrero de 2016

domingo, 21 de febrero de 2016

CRITICAR ES SIGNO DE POBREZA EMOCIONAL


Yo critico, tú criticas, nosotros criticamos. Criticar se puede conjugar de diferentes maneras porque nadie escapa a esa tendencia que tan profundo ha calado en nuestra sociedad. De hecho, a veces ni siquiera conversamos, criticamos. En vez de aportar nuestras ideas, nos limitamos a criticar a los demás. El problema es que la crítica termina intoxicándonos, nos ahoga intelectualmente y provoca una enorme pobreza emocional.

¿Cuándo la crítica es destructiva?

La crítica es destructiva cuando:
  • Se dirige a la persona, no a su comportamiento.
  • Genera sentimientos de culpa.
  • No permite crecer ni aprender.
  • Se basa en la “forma correcta” de hacer las cosas.
  • Se enfoca en menospreciar al otro.

¿Qué esconde realmente la crítica?

En el fondo, criticamos para defender y alimentar nuestro ego. La crítica no proviene simplemente de un desacuerdo con determinados comportamiento, ideas o actitudes sino del deseo, a menudo inconsciente, de devaluar al otro, porque así aumentamos nuestro valor (o creemos que lo hacemos).
Cuando criticamos asumimos una postura de superioridad, así que la crítica se convierte en una manera para inflar nuestro ego, aunque sea de forma artificial. La crítica siempre implica un mensaje tácito: somos mejores. Desde esta perspectiva, la crítica no es más que una falta de confianza en nosotros mismos, es la expresión de la necesidad de reafirmar nuestro ego, aunque ello implique descalificar a los demás.
De hecho, muchas de las personas excesivamente críticas a menudo también han sido muy criticadas en su infancia, por lo que han asumido la crítica como un patrón relacional. Como suautoestima ha sido muy dañada a golpe de críticas destructivas, tienen una profunda necesidad de alimentar su ego. Lo curioso es que aunque criticamos para inflar nuestro ego, intentando que esa otra persona quede peor que nosotros, en realidad lo que estamos emitiendo es una imagen de inseguridad, soberbia y rigidez mental.
No podemos olvidar que la crítica siempre implica un juicio de valor. Hemos hecho un análisis y hemos llegado a la conclusión de que ese comportamiento o actitud no es aceptable, no se enmarca en nuestros patrones mentales ni encuadra en nuestro sistema de valores. Cuando comenzamos a criticar, en nuestro interior se activa un patrón de agresión y desvalorización. Lo que olvidamos en esta ecuación es que, si realmente fuéramos mejores, no estaríamos criticando sino intentando ayudar. Porque lo cierto es que con la crítica destructiva no crece nadie, ni quien critica ni quien es criticado.

¿Cómo dejar de criticar?

Dejar de criticar es difícil. Lo hemos hecho durante tantos años, así que prácticamente se ha automatizado. Además, el hecho de que las personas a nuestro alrededor critiquen constantemente tampoco nos ayuda. Es como dejar de fumar en un entorno de fumadores. Sin embargo, puedes comenzar por un día
1. Asume que el mundo es como es. Y punto. Recuerda un refrán budista: “es más fácil ponerte unas pantuflas que alfombrar el mundo”. Si algo no te gusta, criticándolo no lo cambiarás, lo que cambia el mundo son las acciones, no las palabras.
2. Deshazte de las expectativas. Tener expectativas irreales sobre el mundo hace que nos decepcionemos, por lo que seremos más propensos a criticar. Aprende a vivir menos dentro de tu mente y más en la realidad.
3. Sé empático. Antes de criticar, ponte en el lugar de la otra persona. Quizás no compartas sus comportamientos ni actitudes pero al menos los entenderás. Recuerda que criticar es fácil, caminar con los zapatos de otro es más complicado.
Por último, haz de este principio budista tu mantra: “No le prestes atención a las cosas que hacen o dejan de hacer los demás, préstale atención a lo que tú haces o dejas de hacer”.

¿Qué se siente cuando dejas de criticar?

Las personas más infelices del mundo son las que critican constantemente, las que viven volcadas hacia el exterior para convertirse en jueces, porque mirar dentro de sí las aterra. Por eso, dejar de criticar es un gran paso en el camino del crecimiento Personal. ¿Qué genarás con este cambio?
  • Una enorme paz. Cuando dejas de criticar, comienzas a sentirte más tranquilo porque de repente dejas de mirar el mundo como si fueras un juez y comienzas a disfrutar realmente de las cosas bonitas que te suceden.
  • Te redescubres. Si en vez de criticar te preguntas qué hubieses hecho tú en una situación similar y respondes sinceramente, descubrirás facetas de ti que probablemente ni siquiera sabías que existían. Son facetas que normalmente negamos pero que nos demuestran que no somos tan perfectos como pensábamos.
  • Te sientes más seguro. Curiosamente, cuando dejas de criticar, te deshaces del influjo que las críticas de los demás ejercen sobre ti. Cuando liberas a los demás de tu aprobación, te liberas a ti mismo. Por eso, te sentirás más seguro, confiarás más en tus capacidades y te dejarás influir menos por las opiniones de los demás.
-Jennifer Delgado-