El problema no es lo que te pasa, sino como reaccionas tu frente a lo que te pasa.
No importa lo mucho o poco que hagas, sino "como" lo hagas.
No uses el presente para ninguna fin solo vívelo pues es lo único que existe.

sábado, 23 de agosto de 2014

Calentamiento FC Barcelona

entrenamiento funcional

FC INTERNAZIONALE MILANO - Preparazione Atletica

FC Bayernentrenamiento :"Arjen Robben" und "Bastian Schweinsteiger" machen For...

Cómo cura el Barcelona las lesiones musculares


La plantilla del Barça sufre un promedio de 21 lesiones musculares por temporada, en línea con los estudios que la UEFA realizó entre 2003 y 2007 en el fútbol europeo, que sitúan el riesgo lesional en 2 por cada 1.000 horas de exposición (entrenamiento y competición). Durante la temporada 2012/13, el rango había descendido a 13 incidentes musculares en el mes de abril, con la particularidad de que la mayoría de recuperaciones se produjeron en menor tiempo del estandarizado.
A este factor diferencial, el de la veloz recuperación de las lesiones musculares, dedicamos el siguiente informe.
Messi isquiosLos jugadores del Barça poseen las mismas flaquezas que el resto de futbolistas y deportistas, pero a diferencia del resto de los mortales sus roturas fibrilares parecen ser curadas en tiempos récord. A menudo, los plazos de recuperación establecidos por los médicos para curar y cicatrizar un desgarro muscular se acortan hasta límites insospechados, a veces casi inexistentes en cuanto a partidos de baja se refiere.
¿Cuál es la explicación de dicho fenómeno? ¿Cómo se explica que Messi quien, en principio, pareció sufrir una microrrotura fibrilar en los isquiotibiales en el partido de ida de cuartos de final de Champions contra el PSG no estuviera descartado para jugar ocho días después, cuando cualquier otro deportista hubiera necesitado un mínimo de tres semanas para curarse de esa misma lesión?
No, no hay milagros, ni en la musculatura del futbolista ni en los tratamientos que se emplean. De Messi a Xavi, todos los futbolistas del Barça sufren idénticos procesos biológicos que el resto de competidores. La rapidez en las recuperaciones -en algunas recuperaciones, pues también hemos visto casos negativos- procede de la suma de tres factores: diagnósticos “inflados”; tecnología de alta gama; y protocolos de actuación inmediata.
LOS TRES FACTORES
No hay milagros, lo que hay son malos diagnósticos”. Es la afirmación de nuestro fisioterapeuta y osteopata de cabecera, de quien mantendremos discretamente su personalidad. Él siempre nos desmiente cualquier diferencia morfológica: “La biología de un jugador de fútbol, sea del nivel que sea, es la misma que la de una persona que juega squash de manera amateur”. Así pues, empecemos por el diagnóstico.
Suele ser bastante habitual que los diagnósticos de las lesiones musculares de los futbolistas que se entregan a los medios de comunicación posean un contenido algo más grave de la situación real. A menudo, lo que se anuncia como una microrrotura fibrilar es, en realidad, una distensión o elongación, lo que equivale a un tiempo de recuperación bastante más reducido que el necesario en caso de una rotura. Y si nos hablan de un desgarro de cinco centímetros es harto probable que se trate de una rotura de tres centímetros, lo que en lugar de exigir cinco semanas de recuperación la limitará a solo tres.
Los clubes que emplean esta dinámica comunicativa lo basan en dos razones: primero, por la propia prudencia médica en el diagnóstico muscular, que admite oscilaciones notables según sea la lesión, el edema que lo rodea o incluso la nitidez de las imágenes radiológicas; y segundo, porque la lesión y posterior recuperación de un jugador es, en la actualidad, un arma estratégica importante en la alta competición.
El segundo factor a tener en cuenta en el análisis de las recuperaciones barcelonistas reside en la excelencia del cuerpo médico y la tecnología de alta gama que se emplea. Médicos, fisioterapeutas y recuperadores de primer nivel, así como aparatos y métodos punteros de recuperación, lo que significa un apoyo formidable al lesionado.
Carles-Puyol-hace-recuperacionUn buen diagnóstico, controles periódicos de evolución de la lesión, tratamientos diarios, tanto con técnicas manuales como con aparatos específicos, ejercicios guiados de fortalecimiento y un largo etcétera, sin duda permiten acortar significativamente los plazos de recuperación de una rotura fibrilar, si los comparamos con los de un deportista medio que deba buscarse y pagarse los servicios de un “fisio”, quien probablemente solo le podrá tratar una o dos veces por semana y, quizás, con la única ayuda tecnológica de un aparato de ultrasonidos.
Y en tercer lugar, los años de experiencia de los servicios médicos del club blaugrana han permitido elaborar unos protocolos exhaustivos de actuación en el abordaje de cada tipo de lesión o patología que facilitan unas curaciones más rápidas. Conocen detalladamente todas las metodologías que funcionan para cada individuo y también las que no, con lo que actúan sobre seguro.
EL DIAGNÓSTICO
Ante cualquier lesión, sin lugar a dudas lo más importante es acertar el diagnóstico lo más rápidamente posible e iniciar cuanto antes el tratamiento para la curación, lo que no siempre resulta sencillo para un deportista sin medios, pero sí lo es para un futbolista del Barça.
En el FC Barcelona, el diagnóstico de las lesiones musculares se basa en primer lugar en la historia clínica del jugador (antecedentes, enfermedades…); en el cómo y cuándo se produce; y en la exploración física (signos externos, palpación, evaluación del dolor en los distintos tipos de contracción del músculo afectado, valoración de la flexibilidad…).
Transcurridas entre 24 y 48 horas se procede a la realización de una Resonancia Magnética, así como una ecografía músculo-esquelética, dos métodos de diagnosis por imagen que permiten obtener la información exacta de la lesión muscular en relación con el tejido conectivo afectado, conociendo así el rango de gravedad de la lesión, la longitud de la herida y, sobre todo, el pronóstico de días de baja.
La valoración por imagen mediante ecografía se utilizará periódicamente durante todo el proceso de sanación con el fin de ir monitorizando la evaluación del daño muscular: remisión del hematoma/edema,  fase de cicatrización, orientación de las fibras musculares…
Conocido el diagnóstico se procede a poner en marcha el protocolo de tratamiento específico para el tipo y grado de lesión detectada con el empleo de métodos y tecnología de primer nivel.
MÉTODOS DE RECUPERACIÓN ALTO STANDING
Entre los métodos terapéuticos de ‘alto standing’ que disponen los jugadores del FC Barcelona y que les permiten acortar plazos se hallan, entre otros, el método Indiba * (Tecarterapia) y la infiltración en la zona lesionada de Plasma Rico en Plaquetas (PRP), conocidos más popularmente como “factores de crecimiento”, una técnica legal y aprobada por la Agencia Mundial Antidopaje.
Si bien el Indiba es una terapia no invasiva y exenta de riesgos -puede utilizarse a diario durante todo el tiempo de curación y también en el día a día para lograr una mejor recuperación muscular y articular tras los entrenamientos, evitar inflamaciones y paliar molestias- no ocurre lo mismo con el empleo de PRP.
Que un jugador del Barça sufra una rotura fibrilar no conlleva ni mucho menos que, inevitablemente, vaya a ser tratado con PRP. De hecho, las lesiones musculares tratadas mediante la infiltración de PRP no siempre evolucionan bien, pues a veces surgen complicaciones.
Por este motivo, por tratarse de un método más invasivo y porque las lesiones de tipo muscular de por sí progresan bien, no suelen inyectarse “factores de crecimiento” como norma habitual cuando hay una rotura fibrilar, aunque sí se contempla recurrir a dicha terapia en el caso de roturas recidivas, graves o que no terminan de curar mediante métodos no invasivos.
En cambio, el tratamiento con “factores de crecimiento” o PRP sí suelen aplicarse de forma sistemática en lesiones tendinosas crónicas y de cartílagos. Tales son los casos de Xavi Hernández, que utilizó este método para tratarse una tendinopatía aquilea en 2010.
PROTOCOLOS
Inmediato post-lesión
Una vez se produce la lesión, la primera fase del tratamiento que se pone en marcha habitualmente es la siguiente:
Durante las primeras 72 horas se procede a aplicar el denominado RICE, es decir: Rest (descanso deportivo); Ice (hielo); Compression (compresión) y Elevation (elevación).
crioterapiaEl reposo o la inmovilización permiten prevenir futuras retracciones de la rotura y disminuir el hematoma. La crioterapia o aplicación de hielo también contribuye a reducir el hematoma, la inflamación y acelerar la recuperación. La compresión, aunque disminuye el flujo sanguíneo, produce un efecto antiinflamatorio. Se suelen combinar la compresión y la crioterapia, repitiendo intervalos de 15 a 20 minutos de duración (que pueden ser superiores o menores en función del volumen de masa muscular y susceptibilidad cutánea del deportista) cada 3 o 4 horas, aproximadamente.
A partir del tercer día es importante empezar con la movilización de la parte afectada, iniciando con ejercicios isométricos de diferentes amplitudes en los que se vaya aumentando de forma gradual la intensidad hasta llegar a la aparición de dolor.
Otros tipos de trabajo complementario que se suelen pautar son: ejercicios de estabilización y movilización de la cintura lumbopélvica (core), estiramientos sin dolor o con una molestia soportable, propiocepción y movimientos aeróbicos de la estructura no lesionada y también la lesionada, siempre que no haya dolor o sea una molestia soportable. Estos ejercicios pueden efectuarse en piscina, bicicleta estática o elíptica, según permita la parte dañada.
Durante esta etapa también pueden utilizarse masajes para drenar, electroterapia de efecto analgésico y descontracturante (tipo Compex), hipertermia y diatermia (Indiba) y ultrasonidos.
A partir del séptimo día, cuando el jugador ya puede andar durante un hora con “molestia soportable” se le permite pasar a realizar carrera continua a un ritmo submáximo de 8-10 Km/h, que es justo la fase superior a andar rápido, e ir aumentando paulatinamente el ritmo siempre teniendo el dolor como marcador.
Protocolo de Lesión Grado I de la UMT (unión músculo-tendinosa) del bíceps femoral porción proximal
De 0 a 3 días
. RICE
. Electroterapia
. Masaje de tipo drenaje
De 3 a 7 días
. Ultrasonidos diarios o hipertermia, en días alternos, o diatermia diaria (Indiba)
. Inicio de ejercicios isométricos manuales
. Valoración e inicio
. Valoración e inicio del trabajo con ejercicios de estabilización lumbopélvica
. Estiramientos activos
. Trabajo de propiocepción
. Inicio de trabajo de fisioterapia en piscina
. Trabajo de fisioterapia en el campo (andar adelante y atrás, estiramientos activos, desplazamientos laterales, etc…)
De 7 a 14 días
. Inicio del trabajo manual de la fuerza mediante ejercicios excéntricos submáximos (baja intensidad) de 4 a 6 series de 8 a 10 repeticiones
. Refuerzo de trabajo isométrico, concéntrico y excéntrico realizados por el deportista con cinturón ruso o musculador
. Seguir con el trabajo de campo, introduciendo el balón
. Continuar con los ejercicios de fortalecimiento lumbopélvico en el gimnasio
. Seguir evolucionando con el trabajo de campo y, según el caso, realizar transferencia con readaptadores
. Inicio del trabajo parcial con el grupo y específico a parte, con preparadores físicos
Día 15 aproximadamente
Alta médica
Messi Brau 2(Miguel Ruiz FCB)En el caso específico de Leo Messi, cabe decir que el diagnóstico que hizo público el club fue extraordinariamente ambiguo. Si bien las primeras informaciones surgidas en la ida de Champions en París hablaban de una microrrotura, el Barça no confirmó en ningún momento dicha lesión, mencionando exclusivamente lo siguiente: “Leo Messi padece una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. Es baja para el partido de Liga del sábado y su evolución marcará su disponibilidad de cara a los compromisos posteriores”.
Comprobamos, por lo tanto, la ambigüedad extrema del diagnóstico externo, del que resulta imposible extraer conclusión alguna: no podemos saber -por el texto ofrecido- si se trataba de una leve sobrecarga, una elongación o una microrrotura, con lo que el club emplea el diagnóstico ambiguo como instrumento estratégico.
La tecnología Indiba se basa en producir un incremento térmico (Diatermia o hipertermia) en la zona del cuerpo a tratar, utilizando para ello la circulación de una corriente eléctrica de alta frecuencia que se transmite entre dos eléctrodos.
BibliografíaGuía de Práctica Médica de las lesiones musculares. Epidemiología, diagnóstico, tratamiento y prevención. Servicios médicos del Fútbol Club Barcelona.

Tratamiento y recuperación de las roturas fibrilares


Daniel Sanchís: “La creencia de que por cada centímetro de rotura se necesita una semana más de recuperación es un mito”.
TRINIDAD'S BOLDON HOLDS HIS LEG AFTER THE 200M FINAL IN SYDNEY¿Cómo hay que actuar ante una rotura fibrilar? ¿Cómo deben tratarse? ¿Son útiles los factores de crecimiento? ¿Qué medidas preventivas se pueden adoptar?
A todas estas preguntas, y algunas más, nos responde el fisioterapeuta Daniel Sanchís, profesor de Fisioterapia Deportiva en las Universidades de Barcelona y Valencia. Introductor del concepto CORE en España, Sanchís ha trabajado durante siete años en equipos de baloncesto profesionales.  (Audio de la entrevista radiofónica en catalán)
Pregunta.- ¿Cuál es el protocolo a seguir cuando un deportista siente que ha sufrido una rotura fibrilar, como por ejemplo un repentino pinchazo en el muslo o la típica ‘pedrada’ en el gemelo?
Daniel Sanchís.- Lo primero que tenemos que hacer es parar la actividad deportiva. Retirar al deportista de su actividad y aplicar hielo para reducir el riesgo de complicaciones posteriores. Y a partir de ahí se valorará el grado de lesión y se hará el diagnóstico con calma. Pero lo primero de todo es parar y poner hielo.
masajeP.- ¿Cuando el deportista lesionado se pone en manos de un fisioterapeuta en qué debe consistir el tratamiento de recuperación?
D.S.- El trabajo del fisioterapeuta se basa en hacer el seguimiento de esta ruptura, controlando y reconduciendo todo el proceso de recuperación del tejido dañado. Este tejido cursará con una cicatrización que durará un cierto tiempo. La labor del fisioterapeuta es ir controlando que el proceso de cicatrización vaya por el buen camino; que el tejido formado de la cicatriz sea mecánicamente correcto para que no cause problemas ‘a posteriori’. Los tratamientos se van adaptando en función del tiempo transcurrido desde que se ha producido la lesión. Hay que tener presente que el proceso de recuperación empieza en el momento que se produce la lesión; por eso paramos y ponemos hielo, pero a partir de ese instante el organismo ya pone en marcha unos mecanismos de reparación. Lo que hacemos los ‘fisios’ es favorecer o dar facilidad a esta curación. La gran suerte es que conocemos lo que ocurre en el organismo día a día. Por ejemplo, hasta transcurridas 72 horas sabemos que hay una reacción inflamatoria que se debe controlar. A partir de las 72 horas, y a lo largo de una semana o diez días, se produce un proceso de sellado muy lento de la herida que aún no se considera cicatriz propiamente dicha. A los 15 días tenemos ya lo que se considera una cicatriz, pero aún es muy blandita y sumamente débil. Hasta los 21 días no encontramos una cicatriz capaz ya de tolerar algunos esfuerzos y ciertas tracciones. En base a este proceso natural de reparación vamos adaptando nuestras técnicas y protocolos.
“Una rotura fibrilar de más de 3 cm requiere un mínimo de 5 semanas de recuperación”.
P.- ¿Es cierto que por cada centímetro de longitud de la herida implica una semana más recuperación? ¿O se trata de una falacia?
D.S.- Es un mito. Se decía antiguamente, pero no es verdad. Sí es cierto que por debajo de los 2 o 3 centímetros de rotura prácticamente no se considera rotura fibrilar, sino que se estima microrrotura y en estos casos los tiempos de descanso -o de baja deportiva- sí se reducen casi a la mitad y se pueden curar en dos o tres semanas. Pero por encima de los 3 centímetros ya se trata de una rotura fibrilar propiamente dicha y en este caso un proceso de recuperación, completo y bien hecho, no dura menos de cinco semanas. Todo lo que sea recortar este tiempo y avanzar el retorno a la actividad es poner en peligro la recuperación.
“Los factores de crecimiento permiten una mejor y más rápida cicatrización”.
factores de crecimiento
Factores de crecimiento o Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
P.- La fisioterapia está avanzando a marchas forzadas y cada vez salen nuevas técnicas como, por ejemplo, el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) conocido popularmente como ‘factores de crecimiento’. ¿Se trata de un tratamiento que puede ayudar a curar una rotura fibrilar?
D.S.- Por suerte, la tecnología y los conocimientos evolucionan y actualmente dentro del mundo de la fisioterapia disponemos de técnicas que antes no teníamos como es la diatermia profunda (Indiba) y otras técnicas nuevas que van apareciendo. La medicina, por su parte, también va implantando nuevos tratamientos. Los ‘growing factors’  (factores de crecimiento) o PRP, desde mi punto de vista suponen una herramienta bastante poderosa, sobre todo en las fases agudas de la lesión. Permite que la cicatrización sea mucho mejor, mucho más rápida y nos asegura el proceso. En situaciones más cronificadas, su eficacia está más discutida. Pero si un deportista se lesiona y se tiene la suerte de poder empezar a tratarlo con PRP a las 48 horas del suceso, con toda probabilidad será una garantía de que esa cicatriz funcione después mucho mejor.
IndibaTécnica Indiba
“La EPI tiene cada vez más aceptación, pero le falta una mayor evidencia científica”.
D.S.- La EPI es una técnica relativamente moderna que está teniendo una gran aceptación e implantación dentro del mundo de la fisioterapia y no solo a nivel deportivo. Sin embargo, crea un poco de controversia porque se trata de una técnica invasiva. En principio, los fisioterapeutas no podemos pinchar por competencias legales. Y la EPI consiste en pinchar. No se inyecta ninguna sustancia medicamentosa ni ninguna sustancia nociva. Simplemente se introduce una aguja en el cuerpo, en la parte a tratar, y ya está. Pero existe un limbo o vacío legal y, según como se interpreta la ley, algunos colegios autonómicos aprueban su práctica porque la consideran dentro de la legalidad, pero otros no lo entienden así. Sin embargo, es una técnica que cada vez tiene mayor aceptación porque dicen que da muy buenos resultados. Otro problema es que falta evidencia científica. Empieza a haber algunos artículos publicados, pero aún falta un poco más de conocimiento y mucha más evidencia. En definitiva, falta más seguridad a la hora de hacer este tratamiento. Por eso, todavía algunos ‘fisios’ se resisten a ponerla en práctica y dicen: “cuidado, pensémoslo antes de hacerlo”, mientras que otros no tienen dudas de que funciona y la aplican sin recelos.
 P.- ¿Es cierto que lesionarse dos o más veces en el mismo lugar, conlleva que las fibras queden ya para siempre afectadas; que por tanto el músculo deje de funcionar al cien por cien y exista más riesgos de recaída? ¿Cómo por ejemplo se dice de Leo Messi, que ha sufrido varias roturas en los isquiotibiales?
D.S.- Eso sí es real. Hay que pensar que cuando se produce una primera cicatriz se trata de un tejido que pierde potencia, pierde capacidad contráctil y el epitelio que se forma ya no es al cien por cien como el de antes. Al ‘fisio’ lo que le interesa y busca en sus tratamientos es que forme una cicatriz elástica y flexible, que no se pegue a otros tejidos. Es decir, que no forme adherencias. Si uno se vuelve a romper por el mismo sitio, pues seguramente la rotura será mayor y se perderá aún más capacidad contráctil y lo más probable es que la cicatriz no tenga las mismas propiedades mecánicas. El músculo quedará afectado. En deportes de alta competición o de élite que requieren estar al cien por cien, el deportista lo nota.
P.- He ahí la importancia de no tener prisa y cumplir estrictamente las cinco semanas establecidas de recuperación…
D.S.- Cinco semanas y el tiempo que haga falta. Hay zonas del cuerpo donde se presentan problemas asociados y las lesiones pueden alargarse mucho. Por eso es importante llevar un control ecográfico de la evolución de la cicatriz.
Tirón Dyron Robles
El vallista cubano Dyron Robles, sufriendo una rotura en los isquiotibiales
P.- ¿Las recuperaciones pueden ser más o menos complicadas según cuál sea el músculo que ha sufrido la rotura fibrilar?
D.S.- Sí, hay músculos que dan más complicaciones asociadas que otros. Por ejemplo, el gemelo o tríceps sural produce una lesión que se llama ‘tennis leg’ que da muchísimos problemas y nos puede llevar tranquilamente a los 3 o 4 meses de recuperación. El recto anterior también suele dar dificultades. Tiene una rotura muy típica denominada el ‘síndrome del hachazo’ (aparece como un corte en el muslo) que rompe el músculo totalmente. Los isquiotibiales dan unas cicatrices muy fibrosas que cuesta mucho reconducirlas y tienen una recurrencia (tendencia a la recaídas) muy elevada. Sin duda, hay zonas corporales donde hay que prestarles un mayor cuidado.
“Aplicar el sentido común es la mejor medida preventiva para evitar lesiones”.
P.- ¿Cuáles son los factores de riesgo para sufrir un tirón muscular y qué medidas preventivas se pueden adoptar?
D.S.- Los factores que influyen para sufrir una rotura fibrilar son la carga y volumen de entrenamiento. Si un deportista va muy sobrecargado de trabajo, tiene más riesgo. Eso, por descontado, está relacionado con el descanso. Un deportista debe tener sus periodos de trabajo, sus periodos de carga máxima, sus épocas de descanso y dejar que su propio cuerpo regenere todo el desgaste sufrido durante el ejercicio.
Los factores nutricionales y de hidratación también son importantes. La nutrición juega un papel muy importante en la musculatura y en el rendimiento de esta musculatura. También intervienen factores psicológicos. Está comprobado que el estrés altera patrones motrices, modificando situaciones de control.
Son muchos los factores que afectan al buen rendimiento del músculo y controlarlos todos a veces es muy difícil. Sobre lo que hay que hacer y qué no, la propia lógica lo indica. Un buen calentamiento; buena progresión de las cargas de entrenamiento, respetar los periodos de descanso; mantener una buena hidratación, realizar los estiramientos adecuados… Es complejo porque intervienen muchos factores y controlarlos todos es complicado, pero el sentido común a menudo te lleva por el buen camino.
“El trabajo muscular excéntrico previene lesiones tanto de tipo muscular como tendinoso”.
P.- ¿Existe algún ejercicio especifico de prevención?
D.S.- El trabajo muscular excéntrico se ha revelado como un trabajo que previene lesiones tanto de tipo muscular como tendinoso e introducir este tipo de ejercicios en el entrenamiento es muy bueno para prevenir roturas fibrilares y otro tipo de dolencias.
messi excentricoLeo Messi haciendo ejercicios excéntricos de isquiotibiales con un cinturón ruso

Cómo prevenir y tratar la pubalgia

Miquel Àngel Cos: “La osteopatía de pubis o pubalgia se cura con trabajo activo. Cuanto más descanso, peor evoluciona”
La osteopatía de pubis o pubalgia es una patología muy frecuente entre deportistas y, desgraciadamente, tiene la peculiaridad de que cuando hace acto de presencia es  difícil de erradicar.
Se trata de una lesión incapacitante y muy molesta. Provoca un dolor que puede tardar semanas e incluso meses en desaparecer y no sólo resulta invalidante para la práctica deportiva, sino que incluso puede ser un lastre para realizar actividades cotidianas.
Curiosamente, es más frecuente en los hombres que en las mujeres y sobre todo son los futbolistas los que más la sufren. Ahí están los casos de Xabi Alonso, operado en junio de 2013, Kaká o Sergio Busquets, por citar solo unos ejemplos.
kaká pubalgia
Kaká haciendo ejercicios de rehabilitación
Sin embargo, también se da mucho entre ‘runners’, atletas, jugadores de rugby, baloncesto, halterófilos, ciclistas, tenistas y un largo etcétera.
El fisioterapeuta y osteópata Miquel Àngel Cos, director del centro de osteopatía del CAR de Sant Cugat; fisioterapeuta del equipo nacional de atletismo y durante siete años osteópata del primer equipo del Fútbol Club Barcelona, nos explica en esta entrevista, emitida en La Xarxa Radio, qué tratamientos existen hoy en día para combatir la pubalgia y qué medidas adoptar para prevenirla.
Pregunta.- ¿Cuáles son los deportistas más vulnerables a padecer pubalgia y cuáles son los factores de mayor riesgo?
Miguel Ángel Cos.- Es una patología que se da en muchos deportes y en todo tipo de deportistas tanto de alto nivel como amateurs. En el fútbol, al ser uno de los deportes que más se practica en España y Europa, quizás haya una mayor incidencia, pero se da también en corredores, atletas de distintas disciplinas, halterófilos, luchadores de taekwondo y en los deportes de raqueta como squash, tenis, pádel, entre muchos otros. Es más frecuente cuando el deporte exige un cambio de dirección y en trabajos de pista o sala. Uno de los mayores riesgos es al hacer un trabajo muscular a gran velocidad y con mucha explosividad. Tal es el caso de los atletas velocistas, pero también en todas aquellas especialidades en las que se debe realizar un sprint o un cambio de dirección, y eso ocurre en baloncesto, balonmano, fútbol, etcétera.
Cos 1
Miquel Àngel Cos enseñando ejercicios
P.-  ¿Si un deportista nota un dolor en el pubis o en la zona pélvica qué le recomienda hacer?
M.A.C.- Hace 23 o 24 años le escuché decir al doctor Ramón Sancho, un gran traumatólogo, que cuando a nivel púbico o pélvico cambiamos el diagnóstico dos o tres veces en un periodo de cuatro a seis semanas es que se está enmascarando un cuadro de pubalgia, también llamada osteopatía dinámica de pubis, osteítis púbica o tendinosis de los aductores.
La gran terminología que existe para definir una patología sirve también para plasmar la gran dificultad que hay para definir el cuadro. La gente no se pone de acuerdo en qué nombre debemos ponerle.
La buena definición se produce cuando dudamos y decimos: parece una tendinopatía del sartorio o quizás del pectíneo o, a lo mejor, se trata de otro de los músculos que se insertan a nivel pélvico. Si cambiamos de opinión de manera frecuente, entonces, ¡ojo! porque seguramente se estará gestando una pubalgia. Cuando hay una molestia en esa zona que no sigue una clínica habitual es recomendable ponerse en manos de un fisioterapeuta del deporte o un médico.
P. - ¿Cuál es el mejor tratamiento para curarla?
M.A.C.- Las osteopatías de pubis o pubalgias se curan con trabajo activo. Una de las consignas que damos es: cuanto más descanso, peor. Las pubalgias en el fútbol se operan los meses de septiembre, octubre y noviembre, después del mes de vacaciones. Es una patología que, como otras, con el descanso empeora. ¿Por qué? Porque en nuestros músculos tenemos fibras rápidas (blancas) o bien fibras lentas (rojas). Pues bien, en los aductores predomina la fibra lenta (roja), al igual que ocurre en los músculos isquiotibiales y esta característica hace que desaparezca el dolor al dejar la actividad, pero a la vez tienden a acortase con la inactividad y eso es perjudicial. Si, por ejemplo, se permanece ‘parado’ durante tres meses, se nota que al intentar estirar los isquiotibiales nos cuesta más. Si a ello le sumamos un proceso inflamatorio (como en el caso de la pubalgia) esta situación se exagera más. Por eso decimos que el descanso empeora la patología y recomendamos hacer trabajo aeróbico sin dolor, pero sin descansar (para evitar acortamiento y recaída de la lesión).
athletic-pubalgiaP. – Al ser una patología tan rebelde, muchos deportistas deciden operarse para acortar plazos. ¿Con los tratamientos ahora tan en boga como los factores de crecimiento o la EPI (Electrolisis Percutánea Intratisular), el quirófano puede evitarse?
M.A.C.- Los factores de crecimiento, la EPI, todo tipo de corrientes de electroterapia, la mesoterapia, etcétera…; todos ellos como tratamientos complementarios están muy bien, pero la base del tratamiento debe ser un trabajo activo y haciendo una serie de ejercicios. En primer lugar, tenemos que hacer una valoración a nivel pélvico para saber lo que ocurre: puede tratarse de un pubis anteroinferior, con una ilíaca que tiende a interiorizarse; o puede ser un pubis posterosuperior, que es una ilíaca que va para atrás.
Una vez tenemos identificada la patología, se pautan una serie de ejercicios tanto genéricos como específicos para esta patología concreta. Lo más importante es ponerle al problema nombre y apellidos y a partir de ahí trabajar. Todo lo demás son complementos. Yo preguntaría: ¿Se resuelven las pubalgias con factores de crecimiento, EPI o mesoterapia, etc.? La respuesta es no. ¿Y si además hacemos trabajo activo? Entonces, seguro.
“Una pubalgia normalmente se consigue encarrilar en ocho semanas”.
Hay que tener en cuenta que la pubalgia evoluciona con dientes de sierra. Y eso confunde a la gente que la sufre. Hoy tengo mucho dolor y estoy fatal y al cabo de una semana no te duele y puedes jugar un partido. Tiene altibajos y esto hace dudar. Esta es la razón por la que no se suele acudir al médico hasta transcurridos tres meses desde que apareció el dolor. Pero cuanto más tiempo pasa, los picos de dolor son más agudos y más próximos en el tiempo. El protocolo de tratamiento busca que los picos de dolor sean menos intensos y a la vez más espaciados. De una escala analógica de dolor del 0 al 10, siendo el 0 nada de dolor y el 10 máximo dolor, el trabajo aeróbico debe hacerse con una percepción de dolor del 0 al 4, lo que se considera molestia. Todo lo que se haga con molestia, perfecto. Con dolor no se debe trabajar.
 “Actualmente, las pubalgias no se operan ni el 2 % que años atrás”.
P.- ¿Pero los deportistas siguen pasando por el quirófano?
M.A.C.- Es cierto que se operan, pero actualmente no se operan ni el 2 % de las pubalgias de años atrás. Se operan muy poco. Al deportista amateur le recomendamos que tenga paciencia y siga el protocolo de ocho semanas que nosotros marcamos. Si la lesión es muy incipiente y se coge a tiempo quizás se solventa en cuatro o seis semanas. Si es de muy larga evolución, a lo mejor se necesitan ocho o diez. Sin embargo, normalmente conseguimos encarrilar una pubalgia en ocho semanas. Lo importante es estar bien asesorado.
“Para prevenir la pubalgia es esencial realizar ejercicios de estabilización lumbopélvica”.
P. - ¿Qué medidas preventivas se pueden tomar para no sufrir esta lesión?
M.A.C.- Es esencial realizar ejercicios de estabilización lumbopélvica (también conocidos como CORE) en los cuales se trabaja la parte abdominal, lumbar, glútea… ya que en la pelvis se insertan los músculos más grandes y el segundo más potente, dicen, que es el glúteo mayor. Por tanto, todos los ejercicios que ayuden a estabilizar la pelvis es la mejor prevención para esta patología.
pubalgia 1
Ejercicio de estabilización lumbopélvica (CORE)
A menudo, estos desequilibrios se producen por un déficit de acondicionamiento físico. Pero otras veces no se trata de un déficit físico, sino a causa de realizar una actividad física asimétrica. Por ejemplo, un jugador de fútbol que chuta más con una pierna que con otra; o un especialista de 110 metros vallas. El deporte de alta competición, a menudo, busca un desequilibrio y el deportista tiene músculos más desarrollados de un lado del cuerpo que del otro porque su especialidad lo provoca y exige. En el paso de una valla, por ejemplo, una pierna ataca con el pie colocado por delante y la otra pierna, en cambio, pasa recogida. Eso provoca desajustes musculares que nos acercan a la lesión. La alta competición busca diferencias musculares que causan desequilibrios, aumentando el riesgo de caer en una lesión.
“Por cada 20 hombres que sufren pubalgia hay una mujer”.
P.- ¿Por qué es más frecuente en los hombres que en las mujeres?
M.A.C.- Es una pregunta interesante. Por cada 20 hombres que sufren pubalgia hay una mujer. Seguramente se debe a varios factores y todos ellos tienen su lógica. La pelvis del hombre y de la mujer es diferente. La mujer acostumbra a tener más flexibilidad, elasticidad y diferentes características musculares y articulares. También puede haber causas hormonales, el umbral de dolor o también que las mujeres suelen ser más valientes que los hombres y aguantan más el dolor.
Sin embargo, hay un factor que tiene un peso específico. En los hombres el aductor se considera un músculo tónico con predominio de fibra lenta (roja). O sea que ante la patología tiende a acortarse. Y en cambio en la mujer se considera músculo fásico. Es decir, ante el dolor o inactividad puede sufrir un proceso inflamatorio, pero acostumbra a ceder terreno. En la mujer, no es tan rebelde a acortarse. Esta es la explicación más lógica de que exista este desequilibrio en la incidencia de pubalgias entre el sexo masculino y femenino. La naturaleza ha querido que la mujer tenga esta facilidad con el fin de facilitar la maternidad.
P.- Recapitulando: para tratar la pubalgia conviene realizar sesiones de fisioterapia, hacer trabajo aeróbico a la vez que ejercicios específicos como son los de estabilización lumbopélvica que también sirve para prevenir la patología. ¿Alguna recomendación más?
M.A.C.- Sí, si se padece pubalgia, aunque parezca que evoluciona bien, no conviene hacer cosas explosivas. Por ejemplo, un fondista debe hacer rodajes largos, pero no es conveniente que haga series. Se deben evitar pliometrías y multisaltos, como saltos entre vallas. También hay que evitar el squat (sentadilla), ya que cargar pesos en la espalda también provoca irritación púbica.
Si se evita el trabajo explosivo y se hace un trabajo aeróbico, el riesgo de que se produzcan brotes de dolor disminuye mucho. Hay que tener la paciencia de aguantar estas ocho semanas e ir avanzando de manera progresiva. Esta es la clave.

Pubalgia en Futbolistas: El inmpingement de cadera, un causante olvidado.

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Sampietro, M.; Equipo Physical (Argentina)
Introducción
La pubalgia en futbolistas representa un constante desafío tanto en su tratamiento como en su diagnóstico. Establecer cual o cuales pueden ser las causas del dolor en la región púbica he inguinal en un futbolistas puede ser un aspecto desafiante. En un trabajo realizado por la UEFA con un largo seguimiento de entre 9 y 17 clubes por temporada llegando a un total de 88 temporadas de clubes ( es decir el seguimiento completo de una temporada de la plantilla de un club) se determinó que las lesiones en la zona del pubis y la cadera en futbolistas representan el 12-16% del total de lesiones en una temporada, y se pudieron identificar 18 diagnósticos diferentes causantes del dolor y la impotencia funcional relacionado con la pubalgia o Groin pain.( Werner et al, 2009).
Por mucho tiempo se ha focalizado la mirada en las lesiones o patologías asociadas a la región musculoesquelética del pubis, como la entesopatía de aductores o de recto mayor del abdomen, así como la inestabilidad púbica o la osteítis pubiana en los casos crónicos. Este enfoque centrado solo en estas patologías si bien ha obtenido resultados positivos, también ha presentado una alta tasa de fracasos en la resolución de los síntomas que inhabilitan funcionalmente al paciente futbolista y que en muchos casos lleva una disminución del rendimiento o la imposibilidad de entrenar y competir con normalidad, lo que demanda a un llamado de enfoque multidiciplinario para entender el o los causantes de estos síntomas difusos y vagos en esta lesión. (Ekberg, et al 1988).
Dentro de la gran variedad de diagnósticos diferenciales que deben ser valorados en el paciente futbolista con presentación clínica de pubialgia, recientemente se ha profundizado el estudio y entendimiento de la interacción de la cadera con la sínfisis púbica por un lado, la confusión clínica que puede presentar un paciente con impingement femoro acetabular de cadera con la clínica tradicionalmente asignada a las enteropatías y también la demanda o stress que sufre la cadera del futbolista, muchas veces subestimada). (Byrd et al 2009). En este sentido vale la pena considerara que algunos estudios han mostrado que al 22% de pacientes con dolor en la región púbica, se les encontró lesión labral de la cadera. (Lewis et al 2006, Narvani et al 2003)
En este blog trataremos de conceptualizar a la FAI (Inmpingement Femoro Acetabular por sus siglas en ingles) su causas y su presentación clínica así como las presencia de factores de riesgo en la práctica del futbol para el desarrollo de esta patología.
FAI o Impingement Femoro Acetabular.
Si bien las implicancias de la presencia de anormalidades en la cadera que conducen a daño articular secundario fue descripto hace casi 100 años, su análisis fue primordialmente en la población adulta mayor. Solo recientemente se ha profundizado su estudio en deportista jóvenes. En este sentido se reconoce actualmente que la FAI (Inmpingement Femoro Acetabular por sus siglas en inglés) puede causar serio daño articular en deportistas jóvenes entre 20 y 30 años. (Byrd et al, 2009, Byrd T, 2010).
La FAI hace referencia al proceso por el cual ciertas malformaciones, que en principio son asintomáticas en la cadera, pueden conducir a rupturas de las estructuras intraarticulares de la cadera como el labrum, causando dolor y disfunción asociada. Estas malformaciones son las conocidas como cadera tipo PINCER y cadera tipo CAM. (Ganz et al, 2003). Las caderas tipo Pincer son aquellas que presentan una excesiva prominencia sobre el borde anterolateral del acetabulo. En casos de flexión de cadera, esta prominencia aplasta al labrum sobre el cuello femoral. Este ciclo de trauma submaximo repetitivo conduce a una fractura o daño del labrum. Este tipo de caderas e imnpingement conducidas por ellas son más frecuentes en pacientes adultos (Ganz et al 2003, Byrd T, 2010). Las caderas tipo CAM, hace referencia a la neoformación ósea en el segmento anterior del cuello femoral, en ciertos casos esta neoformación ósea genera que en los rangos finales de rotación interna con flexión se produzca un choque anticipado del cuello femoral con el borde anterior del acetábulo y como consecuencia una compresión del labrum a este nivel. La cadera tipo CAM es un claro factor causante del daño articular en los individuos jóvenes deportistas. (Ganz et al 2003, Byrd T, 2010).
Figura 1. Cadera normal, tipo CAM, Pincer y mixta.
Recientemente algunos trabajos han demostrado que la formación de las caderas tipo CAM puede deberse o ser resultado de la práctica de deportes de alto impacto compresivo sobre la cadera en adolescentes y adultos jóvenes que resulten en una neorformación o formación extra de hueso en la región anterolateral de la unión entre la cabeza y el cuello femoral, estos trabajos fueron conducidos en futbolistas adolecentes. (Agricola et al 2012, Agricola et al 2014) Esta deformación puede desarrollarse gradualmente en futbolistas adolecentes, y probablemente solo durante el crecimiento óseo, donde el esqueleto es altamente reactivo al stress mecánico. (Agricola et al, 2014). Estos estudios también han demostrado una alta prevalencia de deformidades tipo cam en adolecentes asintomáticos que participan en futbol en comparación con controles no futbolistas. (Agricola et al, 2012).
Figura 2. Ejemplos de acciones de stress repetitivo sobre la cadera del futbolista
Presentación clínica.
Los dolores difusos en la región inguinal con el cual se presenta el paciente suelen confundir en muchos casos el diagnostico con la entesopatía típica, de hecho estas dos entidades pueden coexistir y como veremos más adelante existe una influencia mecánica de este choque antipicado de la cadera en rotación interna, con la inestabilidad de la sínfisis púbica.
El inicio de los síntomas asociados a FAI en deportistas es variable, pero el daño resulta producto de los efectos acumulativos de gestos de alto impacto stressante sobre estas caderas con configuración anormal como caderas tipo CAM. El inicio de los síntomas puede presentarse en forma gradual o el atleta referir un episodio agudo que precipita los mismos. De todas maneras en un cuestionario cerrado, el deportista puede frecuentemente mencionar síntomas no específicos anteriores de dolor púbico. (Byrd et al, 2009). El dolor típico que el paciente refiere surge en la región anterior de la ingle y pueden irradiarse hacia la región interna del muslo. Es esta presentación la que más confunde con la patología típica de pubis. (Byrd et al 2009)
El test clínico de preferencia para detectar este tipo de dolor es el test de inmpingement. Que consiste en evaluar la aparición de dolor en flexión forzada, aducción y rotación interna de cadera lo que provoca el inmpingement y la aparición de la sintomatología. (Byrd et al 2010)
Figure 3Test de inmpingemente. Tomado de Byrd et al (2009).
Un trabajo de recientemente publicado también encontró una relación directa entre la posición de la pelvis y la prevalencia de FAI en pacientes con caderas tipo CAM. Este trabajo refiere que los cambios dinámicos en la posición de la pelvis el plano sagital (tilt anterior, neutro y posterior) tiene una influencia significativa en la orientación del acetábulo y debe ser considerado cuando se diagnostica y trata pacientes con sintomatología de FAI. El tilt anterior de pelvis se prevé que resultara en una ocurrencia temprana del choque del cuello femoral en el acetábulo durante el arco de movimiento (Ross et al, 2014). Esto no es un dato menor en futbolistas que presentan muy a menudo tendencia al incremento de la tensión de los flexores de cadera y por consiguiente el arrastre anterior de la pelvis.
Relación de la FAI con la sínfisis púbica
Como se ha venido explicando en este blog, existe un link entre el FAI y la pubalgia desde el punto clínico. Alguno de los orígenes propuestos en la pubalgia es secundario a la carga repetitiva sobre la sínfisis del pubis, lo que conduce a inestabilidad de la misma, lesiones parsinfisarias insercionales y ligamentarias.
En este sentido parece que el FAI también colabora con la inestabilidad púbica. Cuando la cadera preferentemente tipo CAM esta internamente rotada y se produce le choque anticipado en el borde anterior del acetábulo produce un incremento en el movimiento de la sínfisis púbica. Esta rotación de la sínfisis púbica se produce en el plano transeversal, es decir un movimiento de cizalla anteroposterior. (Birmingham et al 2012).
Los resultados de este estudio en especímenes cadavéricos, sugieren que el inmpingement dinámico de las caderas tipo CAM causa movimientos de rotación en la sínfisis púbicas luego del punto de contacto óseo en la rotación interna de cadera. Esto podría brindar una posible explicación para la observación clínica de que pacientes con FAI en incluso CAM asintomática, pueden presentar pubalgia u osteítis púbica.
Conclusiones
·La pubalgia en futbolistas representa un constante desafío tanto en su tratamiento como en su diagnóstico. Establecer cual o cuales pueden ser las causas del dolor en la región púbica he inguinal en un futbolistas puede ser un aspecto desafiante.
·La FAI resulta en unos de los principales diagnósticos diferenciales pero también complementarios.
·Los futbolistas por su constante realización de gestos stressantes sobre la cadera desde edades tempranas presentan un alto riesgo de desarrollar caderas tipo CAM precursoras del FAI.
·El FAI puede conducir a incrementar la inestabilidad púbica.
·Es indispensable tener en cuenta este tipo de lesiones para abordar en forma integral y holística a los pacientes con manifestación clínica de pubalgia. El no conocimiento de las posibles múltiples causas de la pubalgia en futbolistas conduce a altas tasas de fracasos terapéuticos y recurrencia de los síntomas.

Estos temas y muchos más relacionados a la problemática de las lesiones en el futbol podrá encontrarlos desarrollados en el Posgrado en en Lesiones en Fútbol: Prevención de Lesiones y Rehabilitación Funcional
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