El problema no es lo que te pasa, sino como reaccionas tu frente a lo que te pasa.
No importa lo mucho o poco que hagas, sino "como" lo hagas.
No uses el presente para ninguna fin solo vívelo pues es lo único que existe.

sábado, 20 de abril de 2013

EL ENTRENAMIENTO DEJÓ DE SER FUNCIONAL?

¿A PARTIR DE CUANDO EL ENTRENAMIENTO DEJÓ DE SER FUNCIONAL?

En los últimos años diversos métodos han surgido en torno al entrenamiento funcional, utilizándolo y describiéndolo como un conjunto de ejercicios que deben ser multiarticulares, multiplanares, en condiciones inestables, en suspensión y movilizando cargas velozmente.
Buscando darle transferencia a las actividades de la vida diaria, laboral y al deporte, nos argumentan que el trabajo con máquinas son parte de la historia del entrenamiento.
Encontramos poco rigurosos estos argumentos, muy simplistas de lo que verdaderamente es un entrenamiento funcional, carentes de evidencias científicas.
A muchas personas que no manejan conceptos de entrenamiento y rehabilitación puede parecer excelente introducirse en actividades promocionadas como método de entrenamiento de soldados estadounidenses. Si analizamos a simple vista, entendemos que nada tiene que ver esto con el entrenamiento funcional.
El mismo nace como método de entrenamiento utilizado por fisioterapeutas para la rehabilitación, donde se incluyen trabajos específicos para la mejora de la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad, la coordinación y la agilidad.

¿Que deberíamos entender por entrenamiento funcional?
El entrenamiento funcional como lo dice la palabra, atiende a la función y será funcional todo aquello que tenga en cuenta las funciones.
¿De qué funciones hablamos?
En primera instancia debemos tener en cuenta las funciones psicobiológicas de las personas, para eso es fundamental el manejo de conceptos anatomo-funcionales, biomecánicos y de entrenamiento.
En segunda instancia tener en cuenta sus actividades de la vida diaria, actividades laborales y deportivas. De la misma definición podemos entender que todo aquello que atente contra las funciones, será a funcional o no funcional.
La mayoría de las propuestas en boga atiende muy poco a esta definición, incurriendo en graves errores como el control del entrenamiento, la falta de criterios de progresión, los déficit en factores ergonómicos y de higiene postural, lo a funcionales de sus ejercicios, la falta de supervisión profesional. Sabemos que la elaboración de éste tipo de programas atiende más a criterios de marketing que a la idea de plantear una actividad que sea saludable a la población que practica actividad física.
Será funcional un entrenamiento que a través de la prescripción de ejercicios pueda ser transferible a una función. Es decir el ejercicio que se propone tiene que servir para mejorar en algo nuestros sistemas y que pueda repercutir en nuestras AVD o en actividades deportivas.
No creo personalmente que someter a una persona a realizar fuerza de empuje frente a una rueda de tractor pueda ser muy funcional para la mayoría de nosotros. Y antes que nada, el ejercicio debe de ser lo último en analizar, antes pasamos por etapas fundamentales como lo es la evaluación, planificación, programación, periodización del entrenamiento.
Ya en etapa de prescripción nos centraremos en la selección de los ejercicios más específicos para las necesidades de la persona, buscando que la densidad, intensidad, volumen y frecuencia sea la más adecuada y adaptada. Algo que al parecer dejó de tener importancia para muchos.

Es lo más común asistir a un gimnasio y que en la recepción nos tomen datos que nada tienen que ver en como planificaran el entrenamiento. El paso a seguir frecuentemente es entregarnos una rutina ya hecha de acuerdo a los días que se asiste a la institución, sin contemplar el sexo de la persona, la edad, la postura, las actividades que realiza, su profesión, experiencia en el entrenamiento, patologías generales y específicas del aparato locomotor y demás.

Se prefiere apostar por métodos o tareas con características “supuestamente funcionales”, que en realidad no provocan adaptaciones positivas en dicho sistema, que atenta contra las funciones, y que no sirve para que el individuo desarrolle una vida en relación a su entorno de una manera más eficaz y segura.

¿A partir de cuando el entrenamiento dejó de ser funcional?

Lic. Álvaro Castro
Licenciado en Fisioterapia
Fisioterapeuta de la Selección Uruguaya de Fútbol
Docente del IUACJ
Docente de Fisiodeporte Uruguay
Posgrado en Entrenamiento Funcional
Docente Oficial de Thera-Band Academy USA

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