El consumo de oxígeno (expresado habitualmente como VO2)
refleja, sencillamente, la cantidad de oxígeno que utiliza 
o consume el organismo. En reposo, el 
consumo de oxígeno es de aproximadamente 
3,5 mililitros de oxígeno por kilogramo de peso 
y por minuto (3,5 ml/kg/min), de manera que una 
persona de 75 kilogramos  consume aproximadamente 3,5 x 75
= 262,5 mililitros de oxígeno 
por minuto en reposo, lo que representa cerca 
de 400
 litros  de oxígeno cada día. 
El consumo de oxígeno se relaciona directamente con las
necesidades de energía, de forma 
que al hacer ejercicio el organismo necesita más 
oxígeno para la obtención metabólica de energía, 
a partir de los sustratos energéticos (azúcares 
y grasas): a mayor demanda de energía, mayor 
consumo de oxígeno. Así, el consumo de oxígeno 
en deportistas puede alcanzar valores máximos 
tan elevados como 80 ml/kg/min, es decir, casi 
23 veces el valor de reposo. Para entender los 
factores fisiológicos que intervienen en el consumo 
de oxígeno podemos recordar el ciclo del oxígeno: 
desde las vías respiratorias pasa a la sangre y se 
transporta a los tejidos (donde participa en la 
obtención de energía dentro de la mitocondria). El 
dióxido de carbono producido por el metabolismo 
celular es transportado siguiendo el camino inverso hasta
los pulmones para su eliminación.
¿Qué es el consumo de oxígeno?
De acuerdo con las ecuaciones de Fick, el 
consumo de oxígeno depende de la capacidad 
Edel corazón y los tejidos para extraer el oxígeno, 
según la siguiente fórmula:
GC es el gasto cardíaco, que depende de la 
frecuencia cardíaca (latidos por minuto) y de 
la capacidad del corazón (volumen sistólico). 
Cuanto mayor es la frecuencia cardíaca y la 
capacidad (el tamaño) del corazón, mayor es el 
consumo de oxígeno.
D(a-v)O2 es la diferencia arterio-venosa de 
oxígeno, que representa la capacidad de los 
tejidos para extraer el oxígeno de la sangre. 
Cuanto mayor sea la diferencia de oxígeno entre 
arterias y venas, mayor la cantidad de oxígeno 
que queda en los tejidos.
Por consiguiente, para mejorar el consumo de 
oxígeno (con lo que llegará más oxígeno a los 
tejidos y se facilitará la obtención de energía) 
deberían mejorarse:
1. La frecuencia cardíaca. 
2. El tamaño del corazón. 
3. La capacidad de los tejidos para obtener 
oxígeno de la sangre.
1. La mejora de la frecuencia cardíaca está 
limitada por varios factores, de los cuales la 
edad es uno de los más importantes. A mayor 
edad, menor frecuencia cardíaca máxima (en 
base a la discutida fórmula FCmáx=220-edad: 
para una persona de 30 años sería 190 latidos 
por minuto (lpm); y para una persona de 50 
años, 170 lpm.
Además, la frecuencia cardíaca no puede 
aumentar indefinidamente, ya que a frecuencias 
cardíacas muy rápidas el corazón “no tiene 
tiempo” de llenarse y vaciarse por completo. 
Por lo tanto, la frecuencia cardíaca no puede 
aumentar demasiado para mejorar el consumo 
de oxígeno.
2. En lo que respecta al tamaño del corazón, 
cuanto más grande es, más sangre impulsa en 
cada latido (volumen sistólico), con lo que llega 
más sangre rica en oxígeno a los tejidos. Si una 
persona sedentaria puede impulsar en cada 
latido del corazón 60 mililitros de sangre, una 
persona entrenada puede llegar a más de 100 
mililitros, es decir, casi el doble. 
Como la capacidad de transporte de oxígeno 
de la sangre (merced a la hemoglobina) es de 
aproximadamente 21 ml. de oxígeno cada 100 
mililitros de sangre, el sujeto sedentario podrá 
poner en circulación 882 ml. de oxígeno con 70 
latidos, mientras que el sujeto entrenado dispondrá también
de 882 ml... con sólo 42 latidos. Es 
decir, que el sujeto entrenado ha ganado en “eficacia
cardíaca”: al ser más grande y tener mayor 
capacidad, necesita menos latidos para enviar la 
misma cantidad de oxígeno a los tejidos.
3. Por último, la mejora en la capacidad de 
los tejidos para extraer el oxígeno de la sangre 
es un factor menos estudiado en el campo de la 
fisiología del ejercicio que la adaptación del corazón, por
lo que quedan numerosas incógnitas sin 
resolver. Al parecer, la mejora producida por el 
entrenamiento es lenta y muy condicionada por 
factores genéticos, por lo que es difícil conseguir 
una gran mejora del consumo de oxígeno en 
base a una mejora en la extracción de oxígeno 
en los tejidos.
¿Cómo se determina el consumo 
de oxígeno máximo?
El consumo de oxígeno máximo define la 
cantidad máxima de oxígeno que el organismo 
puede absorber, transportar y consumir por 
unidad de tiempo.
Su determinación ayuda a establecer, además 
de otros parámetros como los umbrales aeróbico 
y anaeróbico, la capacidad de ejercicio aeróbico 
del individuo. De entre los métodos empleados el 
más fiable es el análisis directo de los gases utilizados
durante el ejercicio, originalmente definido 
por Wasserman y McIlroy en los años ‘60.
Para ello se realiza una prueba de esfuerzo incremental
(realizando cada vez un ejercicio más 
intenso: en un tapiz, aumentando a intervalos 
regulares la velocidad y/o la pendiente) mientras 
se analiza la respuesta cardíaca (mediante el 
electrocardiograma) y la respuesta respiratoria 
(mediante un analizador de gases, O2 y CO2). 
Analizando los datos obtenidos se determina el 
consumo máximo de oxígeno, además de otros 
datos de gran interés en el rendimiento deportivo, 
como los umbrales aeróbico y anaeróbico.
La importancia 
del peso corporal
El consumo de oxígeno suele expresarse en 
litros de oxígeno por minuto (lo que se denomina 
consumo de oxígeno absoluto) o en mililitros de 
oxígeno por kilogramo de peso y por minuto (consumo de oxígeno relativo). Un deportista con un 
consumo absoluto de 4 litros/min. y 80 kg. de peso 
tendrá un consumo relativo de 50 ml/kg/min.; y el 
mismo deportista con 75 kg. tendría un consumo 
relativo de 53 ml/kg/min. En el segundo caso, cada 
kg. de su organismo recibiría tres mililitros más de 
oxígeno cada minuto, que bien aprovechado en el 
interior de la mitocondria puede ser una diferencia 
notable en el rendimiento deportivo (siempre que 
la disminución de peso se produzca a expensas 
de peso graso, sin perder músculo).
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