Prof. Alejandro Kohan
El  objetivo del presente trabajo es exponer la importancia que tiene el  entrenamiento y la evaluación de la prestación que desarrolla el  metabolismo aeróbico en el Fútbol.
En primer lugar es importante observar, que si bien, durante el  transcurso de un partido de Fútbol se suceden de manera intermitente  esfuerzos anaeróbicos de características alactácidas y lactácidas (en  menor medida); los procesos de resíntesis de ATP se realizan  fundamentalmente a expensas del metabolismo aeróbico.
Si bien, los jugadores de Fútbol no presentan altos valores de potencia  aeróbica (VO2 máx.) comparados con deportistas de eventos de  resistencia, esto no significa que los mismos no tengan una gran demanda  sobre el sistema aeróbico, la tienen y la misma es máxima, dentro de  las posibilidades genéticas de cada uno.
Considerando que el VO2 máximo aumenta en forma lineal en relación al  crecimiento del individuo, encontrándose los valores máximos entre los  18 y los 20 años aproximadamente (varones) y fundamentándonos en  trabajos de investigación de diferentes autores, podría ser determinante  para el rendimiento de dicho metabolismo establecer trabajos que tengan  correlación metodológica, de acuerdo a las respuestas fisiológicas de  las diferentes edades, desde novena a primera división (14 a 18  /19años). 
El VO2 máx. se mantiene aproximadamente hasta los 30 años y a partir de  dicho momento de no haber un entrenamiento sistemático el mismo podría  descender 0,6% por año. La performance aeróbica depende casi en un 80%  de factores genéticos (tipos de fibra) y hereditarios (factor madre  predominante), y el 20% restante va a estar determinado por la calidad  del entrenamiento.
Para producir mejoras del sistema, se necesita un tiempo mínimo de  estimulación sistemática que oscila entre las 6 y las 8 semanas, (3-5  estímulos por microciclo de 7 días). Dicho tiempo es considerado para  aumentar la concentración de enzimas (proteínas) que intervendrán en la  mejora de dicho metabolismo para producir mayor cantidad de ATP.
Los sistemas mejoran a partir de aumentar el complejo enzima-sustrato  (combustible disponible). Estas enzimas desarrollan su función en las  mitocondrias de las células.
También en este periodo (6-8 semanas) se producirán adaptaciones  importantes en cuanto a lograr aumentar la capilarización de la masa  muscular, involucrada en el gesto deportivo. Esto sucede si los  estímulos de entrenamiento fueron específicos. 
A partir de dichas adaptaciones observaremos:
a. Aumento de la resíntesis de ATP- PC (fosfocreatina).
b. Mejora de la remoción y reutilización del Lactato.
Esto implicaría una mejora de la recuperación intra y post- esfuerzo.
Es muy importante dentro del proceso de entrenamiento realizar  evaluaciones que nos permitan formar grupos dentro del plantel con  características aeróbicas similares.
Hoy en día encontramos diversidad de criterios acerca de que tipo de  test se deben aplicar en relación a valorar el rendimiento  aeróbico-anaeróbico en el Fútbol.
Desde el año 1991 que comencé a trabajar en Ferrocarril Oeste hemos  realizado (Luis Bonini, Javier Valdecantos, Rodrigo Figueroa) una  importante cantidad de test indirectos: Cooper, 4000 m, 1000 m, Conconi,  Tanaka.
Los mismos fueron realizados con monitoreo de frecuencia cardíaca y lactato. 
Esto nos permitió personalizar cargas de entrenamiento y observar  importantes procesos de adaptación test-retest, pero en muchos casos  observamos que no se reflejaba la capacidad de respuesta ante  situaciones intermitentes, característica fundamental de la relación  trabajo pausa del juego.
A partir de Mayo de 1997 comenzamos a utilizar Test con protocolos  intermitentes llamados Yo-Yo test, los mismos fueron desarrollados por  el Dr. Jens Bangsbo investigador del August Krogh Institute, Dinamarca.
Observamos que algunos jugadores que presentan buenos rendimientos en  test continuos (Cooper) presentan bajas prestaciones en Test  intermitentes y otros jugadores con altos valores de Yo-Yo test  presentan bajas prestaciones en test continuos. 
Esta alta capacidad de respuesta ante esfuerzos intermitentes estaría  mucho más relacionada con el rendimiento en el juego, (estamos  desarrollando un trabajo de investigación al respecto con jugadores de  3era, 4ta y 5ta. Div. de Argentinos Juniors).
También se manifiesta que al utilizar patrones de entrenamiento  intermitentes (10" x 10",10"x 15",15"x15") para estimular las zonas de  Potencia Aeróbica y VO2 máx., se producen importantes adaptaciones  test-retest.
Las mismas son monitoreadas con frecuencia cardiaca y lactato en sangre.
Para determinar las velocidades de desplazamiento para estimular las  diferentes áreas funcionales en trabajos intermitentes utilizamos los  valores obtenidos en Yo-Yo Recovery Test. 
Las zonas de entrenamiento para los trabajos físico técnicos las  prescribimos mediante la grabación de respuestas cardiacas y la medición  de lactato sanguíneo en el juego mismo. Esto nos indicaría zonas de  trabajo de baja, media y alta intensidad y los tiempos que el jugador  esta en cada una de las zonas.
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