El problema no es lo que te pasa, sino como reaccionas tu frente a lo que te pasa.
No importa lo mucho o poco que hagas, sino "como" lo hagas.
No uses el presente para ninguna fin solo vívelo pues es lo único que existe.

martes, 22 de febrero de 2011

+ La carencia, un escalón a la abundancia

La carencia, un escalón a la abundancia
"Es impresionante para mí ver cómo la carencia en realidad no tiene nada que ver con lo externo".


Es claramente una percepción interna que nos dice: “No hay suficiente”, “nunca habrá suficiente”, “tengo que proteger lo que es mío” y siempre esa acción está activada por protección, que está creando el que yo sea más pequeño.

Siempre esa acción de acaparar o guardar con protección crea menos, y tú tienes que ver ese aspecto que tiende a enfocarse en la falta, en la carencia. ¿Y qué es lo que viene con eso?

Siempre le acompaña la queja:

“¡No es suficiente amor el que me das!”
“¡No hay suficiente dinero, o no hay suficiente de algo más que quieres!”
“¡No hay suficiente belleza!”
“¡No hay suficientes oportunidades!” Esto es de nunca acabar. Si te quejas por lo que falta, crece, crece y crece.

Pero ¿qué sucede si uno está apreciando, qué sucede entonces? La energía cambia y va en la otra dirección.

Justamente esta mañana estaba hablando con uno de mis asistentes y le decía:
“Apreciá a quienes trabajan con vos, apreciá, y de ese modo estás eligiendo un comportamiento abundante.

Luego verás cómo te transformás en eso justamente, porque vas a inspirar a los otros desde ese lugar de abundancia. Pero para eso, primero tenés que transformarte vos en esa abundancia”.

Entonces, observa tus acciones:

¿En qué te estás enfocando? ¿En la alabanza, el amor, la gratitud, o en aquello que está mal, en lo que falta? Porque si estás haciendo eso, nunca nada será suficiente.

Cuando te enfocas en la carencia, en lo que falta, el miedo es tan, pero tan grande que nunca habrá suficiente, nunca nada llenará lo que falta.

Tenés que ver esto, y lo mismo sucede en tus acciones, enfocalas hacia: “¿Dónde puedo dar más, para así poder ser más yo?”, en lugar de estar protegiendo las limitaciones, pensando y actuando: “¡No, no puedo dar más, estoy exhausta, si doy más la gente no me valorará, me dará por sentada!” ¿Ves como aquí está hablando el miedo? Miedo a que te quiten, miedo a no ser valorada, miedo a no tener, miedo, miedo, miedo.

¿Sabes qué? ¡Solo da! Y da desde un lugar de abundancia, y ama también desde un lugar de abundancia, y así te transformarás tú mismo en la abundancia.

Y si sientes que no eres abundante aún, haz de cuenta que sí lo eres y lo practicas ¡dando!
¡Dando tu energía!¡Dando tu tiempo!¡Dando tu amor abundantemente!

Y verás como todo es un gran espejo, que te reflejará lo mismo que estás dando y volverá a ti abundantemente. Pero no des por ese motivo, ¡no! Da sin expectativas, y como estás abierto dando, así también recibirás.

Por Isha

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